La nueva campaña publicitaria del Gobierno Zapatero nos enseña un vaso con un mensaje: Consume con moderación. En principio, los hijos de la postguerra, incluso del ya vencido siglo XX, piensa que se refiere al vino. Pero no, el imperativo consejo no habla ni de néctares destilados ni tan siquiera de bebidas fermentadas: habla le agua, que al parecer también escasea incluso para consumo particular, a pesar de que las familias sólo son responsables de un 5% del agua consumida.
La campaña coincide con otra de la ministra de Sanidad, Elena Salgado, dedicada a los jóvenes, y ésta sí, sobre el consumo de alcohol. No deja de ser la misma ministra a la que también le molesta el fumeteo, por lo que ha decidido prohibirlo. De hecho, lo único que no le molesta es el condón, del que se ha mostrado una verdadera entusiasta, quizás porque no se come. Salgado prepara nuevas campañas contra la obesidad, un problema que no va con ella. Quizás todo se deba a que la titular de Sanidad es vegetariana aficionada. Pero insistimos, el vegetarianismo es muy triste y el vino es muy alegre.