• Otros 3.800 millones de la Administración central a las CCAA para pagar a proveedores. La mayor parte se la lleva Cataluña (1.489 millones de euros).
  • En el entretanto, palo y zanahoria: Soraya critica el dispendio de Artur Mas en el viaje a Israel.
  • A Montoro no le preocupa la deuda aunque ha vuelto a marcar récord.
  • Importante medida: guerra a las aceiteras (no a los fabricantes sino a los recipientes).
  • Registro concursal: informarán de todo… menos de las sentencias de calificación.
  • La reforma tributaria y la de financiación autonómica quedan para 2015… año electoral.

Consejo de Ministros del viernes 15 de noviembre. La vicepresidenta primera, Soraya Sáenz de Santamaría, comparece ante los medios informativos acompañada del titular de Hacienda, Cristóbal Montoro (en la imagen ambos), un hombre cada vez menos amigo del debate, un ministro cansado de ver las cosas tan claras que le aburre mucho la oposición. Vamos, otro de los convencidos de que lo que no son cuentas son cuentos (frase debida la ilustre Emilio Botín).

En total, se adelantan 3.800 millones de euros para que las comunidades autónomas puedan pagar facturas. Y para que puedan hacerlo a partir del próximo miércoles y terminen antes del 30 de noviembre. Los ayuntamientos ya recibieron lo suyo y así totalizamos 5.000 millones de euros. A primeros de 2014 recibirán otros 8.000 (CCAA y corporaciones locales) y culminará -13.000 milloncejos- este tercer plan de ayudas de la Administración central para el pago a proveedores de las territoriales.

Y lo más curioso es que es la Generalitat catalana quien se lleva la parte del león. Nada menos que 1.489 millones de euros, seguida de la pepera Valencia (937 millones de euros) y Andalucía (632). La más seria, una vez más, Madrid, con poco más de 80 millones de euros, dado que se ha encarado de pagar ella misma a sus proveedores (González, ¿de dónde sacas 'pa' tanto como destacas). 

Montoro, además, responde al grito de guerra nacionalista de "España nos roba". Para el ministro, "si España roba a Cataluña nos estamos robándonos a nosotros mismos".

Y más arena, la de Soraya Sáenz de Santamaría, que a instancias de parte -pregunta de periodista- critica el viaje de Artur Mas con una nutrida delegación de altos cargos catalanes a Jerusalén: "Nosotros somos mucho más austeros, como corresponde a tiempos de crisis… Si el presidente del Gobierno puede viajar como viaja, con más razón pueden hacerlo otros".

Eso sí, para no ofender a los israelíes -que aceptaron retirar la bandera de España en la reunión conjunta Peres-Mas-, Soraya no responde a esa pregunta.

Eso sí, propone que, sin fijar fecha, la comisión Madrid-Barcelona, se reunirá.

Montoro, por su parte, asegura que estamos saliendo de la crisis y que no le preocupa la deuda, que ha vuelto a marcar récord.

Pues hace mal. Es cierto que cerrando el déficit también se cierra la deuda, pero también lo es que hasta el dinero trasferido para pagos a proveedores no son trasferencias sino créditos, es decir, más burbuja. Y no, la deuda viene tras el déficit pero aún es más grave: hay que pagar los intereses. 

La verdad es que la especialidad del ministro de Hacienda es responder lo que le viene en gana, independientemente de la pregunta. El viernes 15 en el Complejo de la Moncloa, volvió a demostrarlo. Nuevamente anunció para 2014 (a aplicar en 2015, año electoral) la reforma tributaria, que conllevará un nuevo sistema de financiación autonómica.

Se me olvidaba lo más importante. Decreto para la comercialización del aceite de oliva. En otras palabras: que en restaurantes y cafeterías no podrán servir el aceite de oliva sino en envases etiquetados y no 'rellenables'. Vamos, que se acabaron las aceiteras  o vinagreras. No, no las fábricas de aceite de oliva sino los recipientes que figuran en todos los restaurantes.

Bromas aparte, no es mala media. Así como ya no vale servir el vino de marca sino de la botella ante el cliente, lo lógico es que sepamos qué tipo de aceite estamos tomando. Y, además, se prestigia el producto. Pero no da mucho más de sí y encima no es idea del Ejecutivo Rajoy, sino de Europa.

Otrosí: decreto de registro público concursal. Se da publicidad a la tramitación y a los resultados de los concursos públicos, así como los acuerdos extrajudiciales también se darán a conocer. Todo esto en un portal, en Internet, sito en la web del Ministerio de Justicia. Acceso gratuito.

No está mal. Sólo hay un punto curioso: la única parte confidencial será la única morbosa y malvada: las sentencias de calificación del concurso.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com