Los representantes de los intereses de Peter Innes y la pequeña Victoria Innes en España, lamentan la situación en que se encuentra María José Carrascosa.
En todo momento el Sr. Innes hizo lo posible para que no fuera condenada, pero tanto ella como su familia se negaron a cualquier tipo de acuerdo. Debe tenerse en cuenta, que en la causa penal que se ha seguido en Estados Unidos, ni siquiera el padre actuó como parte, siendo un procedimiento que iniciaron de oficio las autoridades americanas.
Sin embargo, la condena de María José Carrascosa todos la esperaban, y más viendo su actitud en el Juicio. Su actuación se redujo a que siempre hizo lo que quiso con su hija porque era suya. Tal comportamiento, desde luego, supone un grave maltrato a su hija de la misma entidad que el de aquellos hombres que asesinan a sus mujeres porque son suyas. María José asesinó la infancia de su hija y sus relaciones con su padre.
El abogado de Peter Innes en España, Javier Mª Pérez-Roldán y Suanzes-Carpegna, formalizará en breves día una demanda en los Juzgados de Valencia solicitando para el padre la custodia de le menor. Del mismo modo, presentará una demanda contra la Administración de Justicia exigiendo responsabilidad, pues, en sus propias palabras «en 2004 los equipos psicosociales del Juzgado de Primera Instancia nº 9 de Valencia ya avisaron del peligro que corría la menor de quedarse en España con su madre. Acreditaron que ésta manipulaba a la niña e impedía, sin razón alguna, el contacto con su padre. Los Jueces y Fiscales que intervinieron en el caso se negaron a seguir los consejos de los expertos españoles. El Juzgado americano, en cambió, si siguió tal informe, por lo que acordó la vuelta de la pequeña a Estados Unidos».
Por su parte, Francisco Zugasti Agüi, Presidente de Projusticia, y portavoz del Sr. Innes en España, anuncia también la exigencia de responsabilidades a las diferentes administraciones: «Todos sabíamos que María José sería condenada. Hasta su padre, en declaraciones a Radio Nacional, lo reconoció ayer. Sin embargo, al parecer, las diferentes administraciones (Ayuntamiento de Buñol, Generalidad Valenciana y el Gobierno Central) han sostenido económicamente todos estos pleitos inútiles. En vez de invertir ese dinero en ayudar psicológicamente a la menor, Victoria, y en favorecer el interés de ésta, se han limitado a gastar el dinero de los españoles en alimentar el ego de una mujer hoy condenada. Si hubieran apoyado los contactos de la niña con su padre, María José hubiera sido puesta en libertad. En vez de eso, prefirieron convertir esto en un problema internacional»
Tanto Peter Innes, como el Presidente del Projusticia, y el letrado en España, esperan responsabilidad en la judicatura y la fiscalía española para que a partir de ahora centren su atención en la pequeña Victoria. Hasta el momento siempre la dejaron de lado. Ahora ya no tienen disculpa para no luchar por su bienestar.
Javier Mª Pérez-Roldán y Suanzes-Carpegna