¡No faltaba más! En vez de proteger y dar incentivos fiscales para favorecer a las familias que desean tener hijos o para salvar vidas, quieren que nuestro dinero ayude al triste y silencioso asesinato de niños no nacidos.
Como Vd. sabe, la patronal de las clínicas que se dedican al negocio del aborto está presionando al Gobierno para que este crimen siga siendo financiado por los contribuyentes: por Vd. y por mí, que pagamos puntualmente nuestros impuestos.
La repulsa a esta propuesta tan injusta e inmoral —especialmente en un momento de crisis económica y de importantes cortes de las ayudas del Estado a los más necesitados— me mueve a invitarle a participar en una enorme onda de reclamaciones que estamos organizando en todo el país.
He preparado una tarjeta postal muy simple (ver) para hacer llegar a la ministra de Sanidad nuestra preocupación, nuestra petición y nuestra exigencia de que se acabe con el escándalo de pagar con nuestros impuestos a las clínicas abortistas que se prestan a practicar este "crimen nefando", como el Concilio Vaticano II, calificó el aborto.
Vea más sobre esta campaña en nuestra página web.
Francisco J. González