A las 12,00 del mediodía comenzaron las emisiones de 13TV, el primer canal de televisión que se puede ver en todo el territorio nacional. Su presidente es José María Mas Millet, que durante cinco años presidió Antena 3 de TV, entonces propiedad de Telefónica y su consejero delegado, Alejandro Samanes, fundador y primer director general de Popular TV.
En concreto el accionariado se distribuye de la siguiente forma: Shandwick posee el 36% del capital, el grupo Canal 10, que lidera el empresario eólico Antonio Marín, tiene un 30%, otro 26% corresponde al equipo promotor que lidera el mencionado Alejandro Samanes y un 8% la cadena COPE.
El nuevo canal no oculta su ideario católico, aunque su programación es de información general. 13TV compartirá espacios con Popular TV, la cadena emisoras locales propiedad de COPE.
Con la salida del nuevo canal se cierran las novedades de la TDT diseñada por el Gobierno Zapatero, que ha lanzado La Sexta como nuevo miembro del oligopolio de editores. En otras palabras, la digitalización televisiva ha quedado cerrada de la siguiente forma (hablamos de TV con alcance nacional, no local), pero otorgados por el Gobierno a los mismos de siempre: RTVE (8 canales), Tele 5 (4), PRISA (4), A3 TV (4), La Sexta (4), Unedisa-El Mundo (4) y Vocento (4). Tras la compra de Cauro por Tele 5, el imperio de Berlusconi en España cuenta con ocho programaciones. La COPE fue el único medio relevante al que ZP no concedió ningún canal. De hecho, 13TV emite por uno de los cuatro canales asignados a Unedisa, tras firmar un contrato por 15 años.
En cualquier caso, una vía para aumentar el pluralismo, que tras el apagón analógico parece haberse multiplicado pero que, en el fondo, sigue siendo coto privado del oligopolio de los grandes multimedia. Ahora, los cristianos -credo mayoritario en España- también están representados en España por un canal de información general y visible en cualquier lugar del país.
Eulogio López
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