Sr. Director:
La gran sorpresa en estas elecciones al Parlament ha sido la aparición con representatividad de un nuevo partido no nacionalista, Ciudadanos de Cataluña, en el oasis catalán de la omertá gubernamental, del 3 por ciento, y de la exclusión tipo pacto del Tinell a los que no son nacionalistas para seguir con el pensamiento único, totalitario y excluyente. Este gesto supone una bocanada libertad en una sociedad catalana ajena a los intereses de la casta político-mediática e intervenida hasta límites insospechados por el poder político, en lo cultural, social y lingüístico, hasta pretender desaparecer todo lo que represente español, aunque para ello se tenga que ejercer la violencia, como lamentablemente hemos podido comprobar.
El posicionamiento tibio del Partido Popular de Cataluña en la defensa de la nación española, pretendiendo mimetizarse con la filosofía nacionalista, haciendo malabarismos imposibles y contradictorios que desnaturalizan y diluyen los principios y valores que el partido a nivel nacional mantiene en el resto de España, tienen que servir a la luz de los resultados, a un cambio de política o incluso de dirigentes, ya que han provocado que Ciudadanos de Cataluña pasen a defender sin complejos lo que en teoría le correspondería hacer al PPC.
Ha sido tal el apagón informativo que se le ha infringido a Ciudadanos dentro del oasis nacionalista que únicamente El Mundo, la COPE y muy pocos medios más le han dado cobertura informativa dentro de la totalitaria dictadura mediática de la Generalitat. El hecho de que la COPE de forma significativa haya apostado en algunos programas por este nuevo partido, como ha denunciado Piqué, no es más que un síntoma claro de libertad. El PPC no ha defendido como debía los valores y principios de la nación española, por el complejo de sus dirigentes cuya obsesión era pactar con CiU, quiénes les han ignorado. Y la libertad de expresión de los profesionales de la comunicación de la COPE no puede estar coartada y condicionada porque el propietario de esta radio sea la Conferencia Episcopal Española.
Lo esencial de Ciudadanos de Cataluña, es la defensa de un bien moral cual es la defensa de la Nación española y la libertad ciudadana sin complejos, en una Cataluña en dónde la corrupción nacionalista es excluyente, sin que el PPC, imbuido del complejo nacionalista lo haya realizado. Otros aspectos de su programa no dejan de ser anecdóticos.
Ojalá el PPC haga análisis crítico de su política y vuelva al clarificador planteamiento de Vidal-Quadras. Entonces, probablemente no existiría Ciudadanos de Cataluña.
Javier Pereda Pereda
javier.peredapereda@gmail.com