Que el caudillo Hugo Chávez nacionalice el Banco de Venezuela, es decir, al Santander en aquel país, no es un insulto ni a España ni a Emilio Botín –dos honores distintos, se lo puedo asegurar-: es un insulto a SM Juan Carlos I y al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien días atrás don Hugo "vacilaba" -como diría un adolescente. Al menos, podía haberles advertido de que iba a nacionalizar a la filial del Santander.
Uno de los principales problemas económicos de la empresa española es el desprestigio del Gobierno Zapatero en el exterior.
Eulogio López