Desde la patronal CEOE se acusa a los sindicatos CCOO y UGT de estar favoreciendo al ejército de abogados laboralistas que trabajan para las dos centrales para sacar de los juicios por despido la mayor indemnización posible. De otra forma, manifiestan en la patronal que lidera José María Cuevas, no se entiende la obsesión de Cándido Méndez y José María Fidalgo por no ceder un ápice en el coste del despido (máximo de 45 días). Los abogados sindicales trabajan con un fijo más una comisión por indemnización, en lo que se basa la acusación por lo demás un brindis al sol- de la patronal.
El diálogo social, mientas tanto, continúa estancado. Los sindicatos insisten en no reducir la indemnización por despido y los empresarios, en este punto apoyados por el Gobierno, siguen apostando por mejoras salariales ridículas, especialmente los salarios más bajos y del salario mínimo. Precisamente, el Gobierno tiene un mes para decidir cuál es la subida del salario mínimo interprofesional para el año 2006 (ahora fijado en 514 euros) bajo la promesa de alcanzar los 600 euros brutos al mes al final de legislatura.
La patronal insiste en que la moderación salarial es lo mejor y en que hay que reducir las cuotas. Los sindicatos no mueven ficha en materia de despido y no parecen demasiado preocupados por el salario mínimo y las rentas bajas. Unos por otros la casa sin barrer.
Y lo peor: entre unos y otros ha quedado en suspenso la mejor propuesta escuchada en todos estos meses. La del vicepresidente Solbes, que propone reducir todos los contratos a prácticamente uno, con una indemnización porcentualmente decreciente según el número de años en la empresa.