Lo malo es que nos hemos acostumbrado a la especulación, y nos ocurre lo mismo que con el buzón de la calle: como lo vemos todos los días no nos percatamos de su existencia. Cuando comenzó la moda de paquetizar y titulizar créditos, es decir, para ganar un poco menos peor ganarlo ya, lbancos y cajas d ahorros –sí, también las cajas- se entregaron a la locura de BDO's y CDO's y demás. Se titulizaron carteras de créditos hipotecarios, de todo tipo de deudas y, atención, se titulizaron los fondos de capital riesgo, lo más peligroso, porque reproducían el modelo favorito del desastre económico actual: la economía financiera como parásito de la economía real.
Pues bien, el presidente de Bank of America, Kennet Lewis, ha reconocido que buena parte de las pérdidas de la entidad de 5.400 millones de dólares se deben a la devaluación de los créditos estructurados y que aún le quedan 12.000 millones de CDO basura (basura ahora que se ha declarado la crisis, que antes los llamaban ingeniería financiera).
Eso sí, los americanos son mucho más sinceros (la sinceridad es la virtud a la que en el mundo de los yupis se denominan transparencia). Van y lo cuentan. Ahora mismo, bancos y cajas españoles están rogando al Banco de España que les permita ocultar mucho de estos créditos estructurados, generalmente con el truco de integrarlos en la cartera de inversión, para reducir las exigencias de provisiones.
Entidades como Caja Madrid han sido especialmente activas en la financiación de fondos de capital-riesgo, financiación que luego "estructuraban".
Vamos que la traducción de CDO no debería ser deuda colateralizada, sino codicia desestructurada y opresiva.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com