Hay que preocuparse porque revela que muchos catalanes sienten hispanofobia y eso da que pensar. Los catalanes son los más sentimentales de todos los españoles, es cierto, pero el porcentaje parece elevado.
Ahora bien, digo que no hay que ocuparse en demasía porque la encuesta, realizada por la Generalitat, no pretende otra cosa que alentar el soberanismo de un Artur Mas que utiliza la independencia como un espantajo para medrar en política.
Y es que el nacionalismo, ya lo hemos dicho muchas veces, no tiene remedio, porque confunde el Estado de Derecho como el tamaño del Estado. Varias cuestiones:
La encuesta hablaba de un hipotético referéndum soberanista. Ahora bien, ese tipo de consultas son un callejón sin salida: si cientos de veces sale el no para nada y un sólo sí, se convierte en irreversible.
Además, en un referéndum por la independencia catalana, ¿quién debe votar? Estamos elevando el padrón municipal a nacionalidad, lo que puede resultar muy peligroso. En otras palabras, y quiero votar en un referéndum secesionista vasco o catalán, porque, en cuanto español, el País Vasco o Cataluña son tan míos como de los vascos y catalanes.
De hecho, si fueran coherentes con su dinero, los diputados nacionalistas deberían dimitir y dejar de cobrar su sueldo. Un diputado por la circunscripción de Barcelona es elegido por los barceloneses pero promulga leyes que afectan a barceloneses, catalanes, andaluces y asturianos. Por tanto, nos representa a todo. El diputado que se siente catalán y no español, incurre en una contradicción flagrante. Esta perpetrando una injerencia inadmisible en la política de otro Estado, dado que, con sus normas, gobierna a otras comunidades que nada tienen que ver con Cataluña.
En definitiva, el nacionalismo es un callejón sin salida. Conviene preocuparse por los sentimientos, sí, pero no agobiase por las encuestas. Y contra lo único que hay que ponerse en guardia, y no ceder, es contra el terrorismo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com