"La sentencia del TAS a Contador es una defensa al sector vacuno", dice una nota de prensa de INVAC (Interprofesional de la Carne de Vacuno Autóctono de Calidad) emitida como comentario a la sentencia del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) que ha condenado al ciclista Alberto Contador con dos años de suspensión por consumo de 'suplemento alimentario contaminado'.
Cabe recordar que Contador en su día alegó que el positivo por clembuterol en el Tour de 2010 se debía al consumo de un filete de solomillo de carne de vacuno comprado en España y no por dopaje.
Pienso que esta sentencia resalta la delicada y compleja situación que vive desde hace unos años un deporte, el ciclismo, que cuenta con un gran número de grandes profesionales y fervientes seguidores al verse teñido con un nuevo caso de dopaje. Sin embargo, en esto estoy de acuerdo con la INVAC, ya que sí suponen una defensa por parte del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) a un sector que en su día fue atacado de forma injustificada y directa: el del vacuno de carne español, del que viven directa o indirectamente más de 150.000 familias en España.
En el comunicado, difundido por INVAC, se resalta que no es misión suya juzgar el posible positivo de Alberto Contador, pero sí tienen voz para defenderse del ataque recibido y de la crítica a la producción de carne de vacuno, en España y en la Unión Europea, hecha por el señor Contador hace un año.
Me parece que es bueno para el deporte y especialmente para la ganadería volver a insistir en que el uso de clembuterol para el engorde de animales está prohibido en nuestro país y se contempla en nuestro código penal como un delito contra la salud pública, en los mismos días que se producía la injustificada intoxicación un matrimonio de ganaderos eran encarcelados por tener animales (terneros) en su explotación no identificados debidamente.
Precisamente los productores nacionales de carne de vacuno pueden presumir de su esfuerzo, de la aplicación de directivas, reglamentos y normas para ofrecer al consumidor un alimento sano y seguro, sin este tipo de sustancias prohibidas. El sistema de trazabilidad está para seguirle, no sólo por parte de los ganaderos sino también por el resto de la cadena alimenticia y por los consumidores.
Personalmente valoro esta sentencia como un respaldo a un sector y a unos sistemas de control y trazabilidad obligatorios para todos los alimentos en general y para la carne de vacuno en particular, que suponen una verdadera herramienta de garantía para las administraciones y consumidores.
Además, espero que sirva como un elemento más de defensa para el trabajo que realiza el sector, junto con las administraciones, para garantizar a los consumidores que el producto adquirido en el punto de venta es un alimento que cumple con todos los estándares de calidad y, sobre todo, libre de sustancias prohibidas. En esto estoy totalmente de acuerdo con la interprofesional INVAC.
No me alegro de la sanción al ciclista, habría preferido no su hubiera producido, pero si de que los ganaderos queden en su sitio.
Jesús Domingo