La inmersión lingüística en Cataluña perjudica a muchos alumnos.
Y unos de los más afectados son los inmigrantes hispanoamericanos. El nacionalismo catalán vende a menudo que la inmersión es esencial para la integración de los inmigrantes cuando en realidad la enseñanza en catalán les hace más difícil la integración a los inmigrantes.
Un estudio acaba de demostrar que los alumnos inmigrantes en Cataluña obtienen notas pésimas, muy por debajo del resto de España. ¿Acaso son menos inteligentes los alumnos colombianos que han emigrado a Barcelona que los que han emigrado a Madrid?
En realidad, la inmersión en catalán complica el aprendizaje ya de por sí difícil de muchos inmigrantes y les condena al fracaso escolar. Claro que a los nacionalistas todo ello les da igual con tal de seguir construyendo la "nació".
Miguel Torres
