Confirmado por las tres vías: tanto Santander, como Caixa y Caja Madrid han tomado en prenda acciones de Timón (en el total de los bancos acreedores ya posee más del 50% de Timón) hasta que los Polanco paguen los 1.950 millones de deuda que deben por la absurda OPA sobre el 100 por 100 de Sogecable. Curioso, porque ese es el crédito de la extorsión: los bancos acreedores (HSBC, BNP y los tres citados anteriormente) han tomado en prenda el instrumento con el que los Polanco y Pancho Pérez González han controlado PRISA desde hace más de dos décadas, producto de la fusión entre las dos sociedades: la de Rucandio (Jesús Polanco y su primera esposa, Isabel Moreno, y la de Zucin, de Francisco Pérez González y su esposa, Celina Arauna. Hoy, Timón, ahora controlada de hecho por los bancos, especialmente por Emilio Botín, está presidido por Ignacio Polanco, presidente, a su vez, de PRISA, y su director general es Adolfo Valero.
Y lo más importante, si los Polanco se vieran en apuros para pagar, el Santander no haría como Caixa o Caja Madrid, que ya han advertido de su marcha, sino que ejecutaría su opción y se quedaría. Podemos decir que Emilio Botín ha tomado el timón de PRISA. Lo nunca visto.
Todo ello dentro de precitado marco de extorsión bancaria. Es decir, que se les ha dado a PRISA hasta 2013 de demora -demora de intereses, un stand still muy especial. A cambio, PRISA debería seguir vendiendo, aunque lo curioso es eso: que, en lugar de vender activos, como haría cualquier empresa. Lo que PRISA ha vendido con la Operación Liberty es... ¡su propia matriz! Y todo ello para conseguir una cantidad inferior a los 1.000 millones de euros (su deuda total, según la propia PRISA, pasará de 5.011 millones a 3.310, tras la últimas ventas).
La razón de esto sólo puede explicarse en la dirección de Timón que, a partir de ahora, con permiso de don Emilio, no ostentarán ni Ignacio y Manuel Polanco ni Pancho Pérez, sino Emilio Botín, siempre con la inestimable ayuda de otro peligro público, asesor del fallecido Jesús Polanco y ahora de Emilio Botín: Matías Cortes. Juan Luis Cebrián feliz, porque de este modo seguirá ostentando el poder sin invertir un euro. La herencia de los Polanco no es su problema.
La Operación Liberty fue diseñada por el propio Santander y a mayor gloria de Cebrián. Al final, Liberty se queda con el 50% pero sin mandar. Eso sí, la CNMV ha tenido la vergüenza torera de exigir que los americanos no se llevaran un descuento al que no tendrían acceso los pequeños accionistas. ¡Qué fondos más extraños! Compran una empresa que ha obtenido un beneficio de 50 millones de euros y que debe -cuando ejecute las ventas- 3.300 millones y renuncian a influir en la gestión. Más que un fondo parece una ONG, oiga usted. ¿La explicación? Pues que PRISA seguirá vendiendo todo lo vendible, claro está, para que Liberty, que no es un ONG, pueda recuperar su dinero. Ahora bien, si la propiedad -y no el CEO y un banquero acreedor- tuviera el timón, hubieran vendido activos no la matriz. No, la operación está hecha a la medida de un gestor, que pretende mantener el control político, es decir, el poder de un gran multimedia, y al que le importa una higa el patrimonio de los propietarios, de los Polanco, porque un día se jubilará y los jubilados no influyen. Sí, Cebrián, como buen representante del Nuevo Orden Mundial (NOM), sigue basando su poder en el dinero de los demás, en suma, continúa mofándose de los Polanco.
El resultado final es simple: los Polanco estarán jurídicamente blindados, pues algunas decisiones serán tomadas por dos tercios o incluso tres cuartos del accionariado pero su tenedora de acciones está embargada por los bancos. Lo dicho: Botín toma el timón de PRISA. Si Jesús o Isabel Polanco levantaran la cabeza les daría un síncope.
Eulogio López
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