El banquero espera que ambas partes se pongan de acuerdo sobre las condiciones de compra, lo que aboca a una nueva propuesta. El SCH sólo aceptará una oferta por AUNA que alcance los 14.000 millones de euros, 3.000 millones más que los que ofrecen los fondos anglosajones. Por cierto, ni en Endesa ni en el Santander han recibido notificación alguna de la oferta. Los interesados se han enterado por Financial Times.

 

El presidente del Santander Central Hispano (SCH), Emilio Botín, ha declarado, en la mañana del miércoles 17, que su postura ante la oferta de AUNA por ONO es "neutral", al tiempo que confía en que ambas partes lleguen a un acuerdo.  AUNA ha ofrecido 2.400 millones de euros por ONO, presidida por Eugenio Galdón, lo que unificaría toda la fibra óptica española, y supondría el nacimiento de un nuevo competidor de Telefónica en telefonía fija, a través del cable.

 

SCH posee el 27% de AUNA, a lo que habría sumar el 17% de Unión Fenosa. Además, es el propietario del 18% de ONO. Sin embargo, los fondos propietarios de esta empresa, en especial una sociedad de General Electric, prefieren que suba la oferta, actualmente fijada en 2.400 millones de euros. Esa es la razón por la que Botín no puede hablar en nombre de ONO, dado que es un socio de referencia pero minoritario. Y es esas estamos, pero todo indica que la operación se llevará a efecto.

 

Al mismo tiempo, como ya hemos informado, cinco importantes fondos de inversión y sociedad de capital riesgo (Blackstone, Apax, CVC Capital Partners, Providence y Carlyle) han decidido lanzar una oferta por AUNA. Ofrecen 11.000 millones de euros por todo el conglomerado, lo que supondría valorar el capital de la compañía, sin deudas, en 6.500 millones. Pero hay que recordar que el SCH compró entre 7.000 y 7.500 millones. En definitiva, el equipo directivo considera que no se puede atender ninguna oferta que no alcance los 14.000 millones de euros.

 

Por tanto, lo esperable es una mejora de la oferta de AUNA por ONO, que sea aceptable por parte de los accionistas institucionales de ONO, que posee la mitad del capital. Respecto a la oferta por la absorbente, por AUNA, hay que esperar otra mejora sustancial de la oferta por parte de los fondos. En medio está el Gobierno, más interesado en crear un operador que haga frente a Telefónica, que en ver cómo otra licencia pública de telecomunicaciones (AUNA es la antigua Retevisión) se marcha al extranjero. En este caso, además, no a un operador extranjero sino a una empresa financiera que pretende trocear la compañía y venderla con la correspondiente plusvalía.