- Y el siguiente en salir será Marcial Portela, presidente de Santander Brasil.
- Con Sáenz a la espera de indulto y Botín acusado de fraude fiscal, Luzón intentó que Rodrigo Echenique asumiera la Presidencia y convertirse él en el nuevo consejero delegado.
- Al enterarse, Botín le dio tres meses para abandonar la entidad, sin ruido.
- Eso sí, se jubila vencido pero bien pagado: 56 millones de pensión, otro escándalo para el sector bancario.
En un periodismo poco amante de reconocer los méritos ajenos hay que comenzar esta historia advirtiendo que la noticia del día, la salida de Francisco Luzón (en la imagen) es exclusiva de Voz Populi, el nuevo confidencial de Jesús Cacho y que dirige Manuel López Torrent. Al César lo que es del César. Luego se fueron añadiendo otros, como El País, que han ido aportando nuevos datos. Por ejemplo, los 56 millones de pensión que se lleva, lo que deja en pequeñas minucias las ya escandalosas indemnizaciones cobradas por cajeros que dejaban su banco en quiebra.
Ahora bien, la cantidad es lo de menos.
Luzón no se retira a sus 64 años: ha sido despedido, acusado de conspirar con el presidente Emilio Botín y contra el consejero delegado, Alfredo Sáenz, acusaciones que él niega.
La historia es ésta y así la cuentan fuentes del Consejo del Santander. En octubre, con Alfredo Sáenz condenado por el caso Olabarría y a la espera del indulto gubernamental, y con Emilio Botín acosado por el caso de fraude fiscal, Luzón tantea a otros consejeros del banco para cerrar el mecanismo de recambio en caso de hundimiento. Apuesta por Rodrigo Echenique, albacea testamentario de la familia Botín, como presidente y por él mismo como consejero delegado de la entidad, cargo que siempre disputó a Sáenz.
Pero don Emilio se entera y le despide, aunque no fulminantemente. Para ser exactos le dio tres meses para abandonar la entidad sin levantar la voz aunque con mucho dinero, lo que no deja de recordare las salidas de José María Amusátegui y Ángel Corcóstegui. Por el montante, digo.
Y el asunto no acaba ahí. Echenique se mantiene pero el eterno número dos de Luzón, Marcial Portela, también se marchará por el mismo motivo. Eso sí, su contrato como presidente de Santander Brasil vence en breve: no se le renovará.
Y es que tampoco se le puede pagar más porque Portela se encuentra en una curiosa situación laboral: ya cobró su indemnización como directivo del Santander y, a pesar de ser prejubilado de la entidad, ahora presidente -y con presidencia ejecutiva- en el Santander Brasil. En cualquier caso, por brevísimo tiempo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com