Barack Obama reza todos los días. El candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos no tiene reparos en afirmar que la religión influye en su vida y en su política.

En un popular foro organizado por Sojourners -grupo evangélico con sede en Washington-, el senador Obama respondió durante 15 minutos a las preguntas de la moderadora de la CNN Soledad O'Brien y de un grupo de líderes religiosos.

Sin reparos y sabiendo la importancia que tiene la religión en la primera potencia mundial, el famoso político afroamericano se definió como persona creyente que reza.

Su participación en la pequeña pantalla muestra su afán por conquistar a los votantes interesados en los temas sobre valores morales. Los demócratas intentan atraerlos de nuevo. Piensan que lo conseguirán hablando sin tapujos de su fe. No van mal encaminados. Los evangélicos blancos votaron por Bush en un 80 por ciento. Y los católicos, que antes votaban mayoritariamente a los demócratas, se apostaron por los republicanos por ser más pro-vida.

Debe ser coherente con su fe y no legalizar el aborto, como ha prometido.

Clemente Ferrer

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