Preferentes y subordinadas han sido introducidas en la matriz BFA: todo un riesgo. Además, el esquema aprobado repite capital en matriz y filial. En pocas palabras: Rato está condenado a vender las participaciones industriales, además de subsumir los 4.000 millones del FROB. Y aún así...

Comienza la cuenta atrás. La CNMV ha aprobado el miércoles, un día antes de lo previsto, el folleto de Bankia, así como el Tríptico sobre la salida a bolsa. Amplio rango, de precio, entre los 4,4 y los 5,05 euros por acción y una capitalización que no alcanzará los 8.000 millones de euros.

Pero es que, además, es hora de hablar claro. Bankia tendrá como accionista de referencia al Banco Financiero y de Ahorro (BFA), aún no sabemos con qué participación pero sin duda minoritaria. Ahora bien en Bankia se han introducido los 4.000 millones del FROB, que se perderán, más activos industriales -que se tendrán que vender, incluido el 6% de Iberdrola-, más, atención, las subordinadas y preferentes, lo que representa un riesgo importante para sus titulares.

No sólo eso: resulta que los recursos propios, 10.000 millones de euros, se convierten en 13.000 millones. En otras palabras hay 3.000 millones que figuran arriba y abajo, en BFA y en Bankia, en un sitio como crédito, en el otro como capital variable. Dicho de otra forma, estamos hablando de un doble apalancamiento.   

En definitiva, un proceso al borde del abismo, en el que no sólo se juega el futuro de Bankia, sino el de Banca Cívica y el resto de fusiones de cajas. Y eso que cuenta con un esquema de protección de activos y con dinero público para reflotar. Un proceso dramático que no ha hecho más que empezar.

Eulogio López

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