Sr. Director:
Sin embargo, es profundamente perverso identificar el aborto con una conquista de la mujer o del progreso, cuando se trata precisamente de lo contrario, de una manifestación flagrante de egoísmo y cobardía.
Debiera saber la Ministra Aído que esta no es la forma de avanzar en la ampliación de los derechos de la mujer, hacia la consecución de la igualdad. La igualdad consiste en poder ser madre y conservar un trabajo, a diferencia de lo que ocurre ahora. La igualdad consiste en poder ser madre y recibir ayuda para alimentar a tus hijos, si estás en el paro. La igualdad consiste en tener las mismas oportunidades que un varón a la hora de optar a un puesto cualquiera.
La igualdad consiste en que no te formulen esas preguntas intolerables en una entrevista laboral de ¿Tiene pareja?, ¿piensa usted quedarse embarazada en el futuro próximo?. La igualdad consiste en que haya guarderías para todos los niños que nazcan. La igualdad consiste en que no te veas obligada a elegir entre tu deseo de ser madre y tu voluntad de ocupar el lugar al que aspiras en tu carrera profesional.
La igualdad pasa, en definitiva, necesariamente por el ejercicio de la responsabilidad. Hoy en día los embarazos de adolescentes y jóvenes no se producen precisamente por carencia de información, sino por falta de responsabilidad. ¿Ayudará a las chicas a tomar precauciones saber que ni siquiera van a tener que afrontar el trago de papá, mamá, tengo una cosa que deciros? ¿Ver que cuentan con la complicidad garantizada del Estado? Una chica de 16 años carece de la suficiente madurez personal y experiencia para tomar una decisión tan dura sin el consentimiento de sus padres. ¿Por qué acudir tan alegremente al aborto cuando existe la posibilidad de dar ese bebé en adopción?
Desde el momento en que el óvulo es fecundado, ya posee una carga genética propia, diferente a la de sus padres. Entonces, ¿es o no una vida humana? Lo verdaderamente progresista sería promover medidas de apoyo a esas madres a las que hoy se quiere abocar a comportamientos primitivos y contra natura.
María Dolores Ruiz Ruiz
rloles@yahoo.es