Apenas quedan horas para que el Consejo de la Caja de ahorros del Mediterráneo (CAM), otorgue el visto bueno a su operación de fusión virtual con Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura

 

Fusión fría claro está, con la creación de una superestructura con naturaleza jurídica, -claro está- de banco. En definitiva, cuatro cajas convertidas en un banco a lo largo de un proceso que se intenta lo más próximo posible.

Y como las cajas no tienen dueño, los ejecutivos cajeros se van a forrar en la metamorfosis.

La CAM era la quinta caja del país y una de las que más mora presentaba, por su dedicación a la promoción de vivienda de costa -la peor de todas-.

En el PP madrileño le tenían preparada una fusión con Caja Madrid, pero, al final, el clan alicantino del PP ha preferido esta operación que caer en manos de Génova. Ha preferido echarse en manos del socialista Manuel Menéndez, presidente de Cajastur, que es quien liderará la operación.

De este modo, al PP se le escapa otra caja más pero probablemente ni se habrán dado cuenta. Está pendiente de su futuro inmediato, tras las últimas revelaciones del Gürtel, Francisco Camps dimite o se mantiene como candidato a la Generalitat valenciana.

Miriam Prat

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