Nada tengo que ver con el asesor económico del Presidente Gobierno, Rodríguez Zapatero, es decir, el desde ahora candidato socialista al Ayuntamiento de Madrid, Miguel Sebastián. Ahora bien, me sorprende la reacción de algunos sectores y medios informativos acerca de su Informe sobre la Inmigración. Sé que las dos grandes barbaridades a las que se enfrenta la sociedad actual (ahora se llaman retos) son el aborto y el racismo. Lo sorprendente es que cierta derecha y cierta izquierda, es decir, todo el progresismo, fomenten el broto el racismo.
Ejemplo, diario El Mundo, progresismo de derechas, ha publicado (jueves 16) un editorial manipulando todo el informe de Sebastián. Leamos algunas perlas: El Gobierno presentó ayer un estudio, dirigido por Miguel Sebastián, que pretende reflejar la cara positiva de la inmigración: su contribución al desarrollo económico. El informe resalta que la mitad del crecimiento del PIB desde el año 2001 se debe a la contribución de los inmigrantes, pero el estudio no contabiliza costes difícilmente evaluables como las prestaciones sanitarias o sociales. Mentira. El informe sí habla del gasto sanitario que provocan los inmigrantes, e incluso un redactor de El Mundo preguntó por ello. Sebastián les respondió que el gasto sanitario per capita de los inmigrantes era la mitad del de los españoles.
Más: Tampoco tiene en cuenta el impacto de una posible crisis económica, que suscitaría un fuerte aumento del paro en este colectivo. Pero hombre, si la conclusión del informe es precisamente, que el crecimiento económico, es decir, la creación de empleo, se ha visto beneficiada por la llegada de inmigrantes, de qué crisis estamos hablando,. Además, el argumento recuerda aquello de si mi padre fuera mi tío yo sería primo-hermano mío.
Insiste el editorialista: Y no calcula el coste que tendrá para la Seguridad Social el envejecimiento de la población inmigrante dentro de 20 ó 25 años. Y el editorial no calcula, el informe sí, el rejuvenecimiento que está suponiendo la llegada de emigrantes, a una sociedad como la española que ni tan siquiera cumplía con el relevo generacional y que estaba envejeciendo a un ritmo trepidante, por la sencilla razón de que los españoles no quieren tener hijos, que es algo sacrificado.
Y El Mundo continúa mintiend Por otro lado, resulta "un acto de fe" la pretendida capacidad de la economía española de seguir asumiendo la entrada de 200.000 extranjeros por año, lo que "alienta el mito de que este país tiene un infinita capacidad de acogida. La verdad es que Sebastián habló de una inmigración ordenada y progresiva. En este punto, creo que Sebastián se queda corto. Los flujos de inmigración no debe ser ordenados ni progresivos, lo que deben ser es vigilados. Porque lo único preocupante de la libre circulación de personas es que con ella entre la libre circulación de criminales, delincuentes o fanáticos. Pero para la economía, la inmigración no es sólo positiva: es lo mejor que le puede ocurrir a un país. Para ser exactos: lo mejor que le está ocurriendo a la economía española. ¡Bien por Sebastián!
Eulogio López