La historia del Partido Popular en estas elecciones es la siguiente: primero dijeron que iban a derogar la ley Bibiana Aído de 2010.

Razones: el aborto no puede ser un hecho y no puede permitirse que una niña de 16 años aborte sin permiso de los padres (con permiso, sí). Pero luego alguien les debió advertir que si derogan la ley de 2010 quedaría derogada la de 1985, es decir, la que ha producido 120.000 infanticidios anuales en España. ¿Una España sin abortos? ¡Qué maravilla!

Pero al PP no le gustan las maravillas. Primera reacción: lo que diga el Tribunal Constitucional (TC), ante quienes hemos recurrido la ley. Pero los españoles ya saben qué tipo de cachondeo es el TC. Entonces, los peperos abordan su primer eufemismo: ya no hablan de derogar la ley Aído, sino de reformarla, como ha hecho Ana Pastor en la mañana del miércoles y como nos comunica Manuel Morillo en su carta. Y se atienen, naturalmente, a los famosos 16 años: eso sí que lo van a reformar: si quieres abortar sin permiso paterno espera a los 18 años, bonita. Que es algo parecido a decir: prohibido asesinar al vecino hasta que no cumplas los 18... o mientras cuentes con permiso de papá y mamá.

¿Hipocresía pepera? ¿Tibieza Marianista? ¿Necedad progre-neocon? Ninguna de las tres: las tres.

Eulogio López

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