Porque, no se crean, El Mundo, nuestro periódico progresista de derechas, tiene su corazoncito. Por ejemplo, en su edición del lunes 27 publica un editorial donde cuestiona las siguientes declaraciones de nuestro ídol Aborto libre. ¿También de un feto de seis meses?, se pregunta El Mundo.
Pero hombre, Pedro José, Parez mentira para ti, oh, que dirían en mi Asturias natal. ¿Cómo que a los seis meses? Y a los nueve ¿Pero es que, olvidas, Pedro José, que ese aborto libre ya existe en España?
A ver si nos entendemos: en España se puede abortar un niño durante las 12 primeras semanas por violación, durante las 22 primeras por malformación y en cualquier momento, repito, en cualquier momento, Pedro José, cuando existe peligro para la salud física o psíquica de la madre. Sí, también a los ocho meses y 29 días. Y ocurre, Pedro José, que el 97% de los 80.000 abortos anuales que se practican en este madero llamado España, lo son, precisamente, por la mitad de este tercer criterio : el peligro para la salud psíquica de la madre, al grito de doctor, doctor, hágame el aborto o sufriré feroces depresiones
Verás, querido Pedro José, resulta que el aborto libre, libérrimo, gratuito y mediáticamente semiforzado, ya existe en España. Cuando el intelectual Zerolo habla de aborto libre, lo que está diciendo es que quiten las excusas o coartadas de la actual ley del aborto. Es decir, que quiten los supuestos. Una verdadera chorrada, porque todo el mundo sabe que las llamadas clínicas abortistas constituyen un fraude de ley permanente. Cunado la muchacha, generalmente forzada y asustada, acude a una clínica abortista, la responsable de atenderla tiene encima una decena de formularios donde médicos sin escrúpulos han firmado ya la correspondiente autorización en ocasiones sin ni tan siquiera ver al paciente-, en la que acreditan que, de no mediar aborto, las consecuencias pueden ser gravísimas.
¿Lo entiendes Pedro José? Lo que pide Pedro Zerolo es lo mismo que la vicepresidenta primera del Gobierno, la eximia pensadora doña Teresa Fernández de la Vega, la misma que ha terminado, ¡Laus Deo!, con la televisión de partido en España, en la ley del divorcio Express: ya no hay razones que alegar para divorciarse: lo haces porque te sale del moño. Pues con el aborto, lo mismo : quitémonos la careta. Podríamos abortar igual, pero lo hacemos porque nos sale del moño.
No, Pedro, tu tocayo no se ha radicalizado : es lo que hay, querido.
Eulogio López