Ni ‘Espe' ni Gallardón acompañan a Rajoy en el palco presidencial
Los populares se aferran a que han conseguido 5 diputados más que en el 2004, han arañado 400.000 votos y han mejorado dos puntos y medio en intención electoral. "Estamos a tres diputados de la primera victoria del PP", señala el secretario general de los populares madrileños, Francisco Granados. Todo eso es cierto, pero han perdido las elecciones. ¿Debe dimitir Rajoy? Aznar tuvo dos derrotas electorales (1986 y 1993) antes de ser elegido presidente en 1996, así que algunos creen que Rajoy debería de tener también una tercera oportunidad.Sin embargo, los escenarios son diferentes. Rajoy venía del Gobierno y Aznar de la oposición. Y Aznar formó su guardia pretoriana con mano de hierro; Rajoy heredó el equipo de Aznar, no ha liderado el partido y tiene el déficit de legitimidad del cuaderno azul de José Mari. No es lo mismo.
Así que Michavila asegura que Rajoy no dimitirá -por lo menos- hasta el próximo Congreso Nacional. Si lo va a hacer, debería hacerlo pronto. Y desde luego, las lágrimas de ‘la Viri', ayudan poco a reforzar su liderazgo. Sus dudas sobre si ‘botar' o no en el palco, tampoco. No hay liderazgo y hay mucha depresión en la familia popular.
El problema, el drama de los populares es que no hay sustituto. Aguirre y Gallardón permanecieron deliberadamente ocultos en la noche electoral. Al triunfo, todos se apuntan, pero las derrotas son huérfanas. Rato se ha ido a hacer dinero a Londres y Barcelona, desairado por la puerta en las narices de D. Mariano. Gallardón se ha quedado fuera del Parlamento por decisión de D. Mariano y Espe es presidenta de la Comunidad de Madrid y por tanto, tampoco es diputada.
¿Quién de los que está en el Parlamento puede sustituir a Rajoy? ¿Pizarro que pinchó contra Solbes por considerar que estaba dando los temas de la oposición? ¿Sorayita? El drama de Rajoy es que ha dilapidado a quienes podían hacerle sombra y se ha quedado sin banquillo. Por eso el futuro del PP es más que negro. ‘Guerra civil' interna entre medianos. Un escenario que puede garantizar Zapatero para ocho años más.