Con la vergonzante ayuda del Gobierno Aznar, en concreto del entonces ministro de Trabajo Eduardo Zaplana, A-3 TV mermó su plantilla en unas 700 personas, entre el ERE y la no renovación de contratos temporales, así como con el adelgazamiento hasta la anorexia de los centros territoriales.
Un año después de la sangría ya ganaba dinero, y ahora se ha convertido en una mina de oro para José Manuel Lara, al que en la sede del Partido Popular no dejan del llamar el traidor. Durante el primer semestre del año, A-3 TV obtuvo un beneficio neto de 124 millones de euros, un 83% más que duraante el mismo periodo del año anterior.
Es igual, el consejero delegado Maurizio Carlotti, continúa externalizando servicios. Ya hemos dicho cuál es su modelo : un canal de TV generalista con 200 empleados. Es decir, que todavía le sobran otros 800. Carlotti es un gestor moderno.