Pues bien: las familias y empresas que se declararon en concurso de acreedores (suspensión de pagos y quiebras) ante la imposibilidad de afrontar sus pagos y deudas sumaron 5.635 el año pasado, lo que supone un descenso del 2,1% respecto a 2017.
Este descenso anual fue consecuencia del retroceso de las empresas en concurso, hasta sumar 4.131, ya que las familias que se declararon en quiebra se incrementaron un 0,8% en el conjunto de 2018, encadenando su tercer ascenso anual consecutivo tras el de 2017 (+56,1%) y 2016 (+47,3%), aunque mucho más moderado. En total, 1.504 familias entraron en concurso el año pasado.
Dentro del segmento empresarial, en 2018 descendieron los concursos presentados por sociedades anónimas (-13,6%) y limitadas (-2,7%), pero por tercer año consecutivo se incrementaron los procedimientos concursales en las personas físicas con actividad empresarial, un 18,9%, hasta totalizar 333 concursos.
Sumando familias y empresas, el número total de deudores concursados alcanzó la cifra de 5.635 en 2018, un 2,1% menos que en 2017. De esta forma, se vuelve así a tasas negativas después de que los deudores concursados crecieran un 9,5% en 2017.
Por tipo de concurso, en 2018 se registraron 5.287 concursos voluntarios, un 1,5% menos que en 2017, y 348 necesarios, un 9,1% menos. Atendiendo a la clase de procedimiento, los ordinarios disminuyeron un 14,4% y los abreviados, un 0,3%.