El periódico que dejó de ser independiente hasta de la mañana para convertirse en global publicó el viernes 5 una interesante noticia: el FMI rebajó el tono de alarma en su informe sobre la situación económica de España y de su sistema financiero al cierre de 2011. El informe se publicó en julio de 2012, pero un anticipo del mismo se publicó en mayo de ese mismo año. La cuestión de las fechas no es baladí. En la noticia, el redactor afirma que el señor De Guindos presionó dicho anticipo para forzar la salida de Rato y vaya que si presionó: el anticipo de mayo fue utilizado por el Consejo de Administración de Bankia como prueba de la necesidad de reformular las cuentas de la entidad.

Les pongo en situación. En mayo de 2012, Bankia formuló unas cuentas referidas al ejercicio 2011 bajo la presidencia del señor Rato y las reformuló en el mismo mes bajo la presidencia del señor Goirigolzarri. Hasta aquí todo bien. Las primeras daban un beneficio mínimo de 300 millones de euros, mientras que las segundas arrojaban una pérdida, pequeña para el tamaño de la entidad, de 3.000 millones de euros. Las pérdidas no se atribuyeron por el nuevo consejo a impericia o mala fe de su antecesor, sino a que dicho antecesor carecía de esta información tan relevante que venía a demostrar que la situación de los mercados al cierre de 2011 era mucho peor de lo que se había creído. ¡Y se montó el timbal!

Las cuentas de Bankia eran malas desde el principio, desde enero de 2011

Cuando en la primavera de 2013, Bankia publicó unas pérdidas de 12.000 millones de euros en 2012, tuvo que ser rescatada y sus acciones se fueron al garete, algunos se acordaron de la famosa reformulación de cuentas del señor Goirirgolzarri y encontraron una suerte de pecado original que explicaba todo: las cuentas de Bankia eran malas desde el principio, desde enero de 2011, como demostraba, según ellos, la necesidad de reformularlas en la primavera de 2012. Un despropósito que olvida que todo puede ir bien hasta una fecha y dejar de ir bien desde esa misma fecha, pero que sirvió para montar las reclamaciones por las que Bankia ha devuelto la totalidad de las suscripciones del tramo minorista de sus acciones en su salida a bolsa en la primavera de 2011 (1.600 millones de euros).

Toda la discusión sobre el falseamiento contable en Bankia se reduce a eso: había o no pecado original en las cuentas con las que salió a bolsa. Bankia estaba mal desde su salida a bolsa o devino a mal. En las próximas semanas, se abrirá la vista oral del caso y todas las discusiones técnicas no serán más que árboles que no permitirán ver el bosque.

Al menos parece que la causa por falseamiento contable en Bankia ha entrado en razón: la Fiscalía y el FROB han retirado sus acusaciones 

Por otro lado, si el FMI dulcificó su informe, como se afirma ahora, bien podría pensarse que los ajustes de Goirigolzarri en 2012 fueron escasos o que Bankia nació aún peor de lo que decía. Sería además grave la actuación de De Guindos que, sabiendo el contenido del informe, fuerza su publicación en lugar de actuar sin esperar a la misma.

Al menos, parece que la causa por falseamiento contable en Bankia ha entrado en razón: la Fiscalía y el FROB, principal perjudicado por haber acudido al rescate de la entidad, han retirado sus acusaciones. Pero si finalmente todo queda en nada, ¿quién le pedirá responsabilidades a De Guindos por haber forzado la restitución a los pequeños inversores? ¿El FROB? ¡Qué fácil es hacer banca desde el Ministerio!