Forma parte de una  franquicia de los estudios Paramount que se estrenó en el año 2007 con Transformers, a la que siguieron La venganza de los caídos (2009) , El lado oscuro de la luna (2011), La era de la extinción (2014) y  El último caballero  (2017). El director artífice de esta saga, Michael Bay, pasó de la dirección a la producción en la siguiente; un spin-off titulado Bumblebee (2018), que es posiblemente la mejor película de todas ella, y ahora llega su secuela, entretenida pero de inferior calidad. Hay que recordar que en el origen de estas películas se encuentran los juguetes creados por la compañía estadounidense Hasbro.

El argumento de esta nueva entrega es más de lo mismo, pero la acción se desarrolla en la década de los años 90, del pasado siglo XX. Los  Autobots, es decir con los robots humanoides extraterrestres que se transforman en todo tipo de vehículos, ahora tendrán como aliados a una facción de Transformers denominados Maximals, que se unirán a ellos en una fuerte batalla por la Tierra contra los Terrorcon, que obedecen al señor oscuro, Unicron, cuyo objetivo es destrozar a cuantos planetas se ponen a su alcance.

Con buenos efectos visuales, pero ya vistos anteriormente, mucha acción con peleas entre robots de todo tipo, la gracia de esta película consiste, de nuevo, en vislumbrar las características de esos Autobots y como se enfrentan a sus adversarios. Llama la atención que, en el elenco, curiosamente a los intérpretes más famosos: Peter Dinklage, Ron Perlman, Pete Davidson o Michelle Yeoh, no los vemos porque sólo ejercen de dobladores, mientras que el protagonismo de personajes humanos recae en dos jóvenes actores más desconocidos: Anthony Ramos, que encarna a un informático sin suerte y en Dominique Fishback, una talentosa arqueóloga; el primero hispano y la segunda afrodescendiente, en lo que supone un claro guiño a la diversidad racial de Estados Unidos.  También hay cambio en la dirección que corre a cargo de Steven Cable Jr., quien hizo un excelente trabajo en Creed II: La leyenda de Rocky.


Para: los que les hayan gustado las anteriores entregas y no les importe una duración innecesaria de 150 minutos.