Narvel Roth es un metódico horticultor de Gracewood Gardens, dedicado a cuidar los jardines de una fantástica e histórica finca, así como de complacer a su jefa, la rica viuda Sra. Havernhill. Pero la ordenada existencia de Narvel cambia cuando la Sra. Haverhill le exige que acepte como aprendiz a su rebelde y problemática sobrina nieta Maya. La llegada de esta joven en su vida traerá a primer plano su pasado violento, ese que prefería olvidar.    

El actor Joel Edgerton suma otro personaje inquietante a su filmografía (recuerden El regalo) en una película dirigida por uno de los guionistas veteranos más reconocidos, Paul Schrader, famoso en esa parcela por películas tan conocidas como Taxi Driver o Toro salvaje, donde impera la crudeza.

El maestro jardinero bebe en las fuentes del cine negro clásico, en películas como Retorno al pasado (Jacques Tourneur, 1947), desde el momento que narra como los fantasmas de un turbio pasado amenazan un presente más halagüeño, pero ambas películas se diferencian en el ritmo frío de ésta y en la sordidez de algunas situaciones. Así, las escenas de sexo de esta película, sin ser explícitas son desagradables porque nos hablan de relación de dominación, puesto que la propietaria de la finca tiene al jardinero no sólo atendiendo sus tierras sino también como gigolo para sus apetencias sexuales. Efectivamente, el cine clásico era “más fino” hilando argumentos.

Por lo demás, la película, como otras de Schraeder, vuelve a relatar una historia de un hombre atormentado y solitario, que ejecutando un trabajo diario honrado quiere olvidar su violento pasado,

Como bien ha explicado Schraeder “La jardinería es una metáfora especialmente rica, tanto en lo positivo como en lo negativo”, porque ese trabajo consiste en "arrancar las malas hierbas” aunque el protagonista también ha encontrado a través de ese cuidado de las plantas la redención.

Para: los que les agraden los thriller agobiantes aunque contengan alguna secuencia sórdida.