El destino de las naciones se decide en el Sagrario, no en la ONU. ¡Ah!, y no existe el partido político de Dios
Jesús:
31-V-2012
No existe el país de Dios ni el partido político de Dios. Unos y otros, actualmente, los encuentro regidos por mezquinos intereses egoístas, y aún es más: dominados por un oscuro poder superior que es el brazo ejecutor a nivel mundial de una política y una labor de aquiescencia frente al mal y promotora del pecado. Donde se lucha a favor de eliminar la vida, eliminar vidas humanas y borrar del mapa del mundo la vida de la Gracia.
Si supieran que el destino de las naciones se marca aquí más, en el Sagrario, que en las reuniones y plebiscitos de los políticos.
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