El Ayuntamiento de Pamplona y la Asociación de Víctimas del Terrorismo de ETA en Navarra (Anvite) han continuado este domingo con su iniciativa de colocar placas en los lugares donde ETA asesinó a personas en la capital navarra.

Al acto asistieron, entre otros, la presidenta de Navarra, la socialista María Chivite, quien gobierna la Comunidad Foral gracias a pactos con Bildu, la coalición en la que se integran los herederos de Batasuna, brazo político de ETA y que nunca ha condenado los asesinatos de la banda terrorista.

Este domingo, se descubrió una placa en recuerdo del militar y exjefe de la Policía Foral de Navarra, José Luis Prieto Gracia, asesinado tal día como ayer hace 40 años cuando se dirigía con su mujer a misa en el barrio de San Juan de Pamplona.

Pues bien: su hija, Paz Prieto, dirigiéndose a Chivite, le espetó: “Cómo nos hace sufrir ver al Gobierno de Navarra y de España pactar acciones de gobierno con Bildu, el brazo político de ETA”, recogió Navarra.com.

Prieto ha resaltado que a su padre "lo asesinó ETA, quien sugirió su nombre, quien le vigiló para aprender sus rutinas, quien prestó la casa para esconder a quienes lo asesinaros, quienes dispararon las armas, quien condujo el coche para huir" pero también "los que animaron a la banda con su apoyo y aliento; aquellos que con seguridad aplaudieron y brindaron aquel 21 de marzo de 1981", ha recalcado. "Lo vi y lo viví en los bares y en las calles; 'ETA mátalos' oíamos en las manifestaciones, y ETA satisfacía esa petición con una frecuencia escalofriante: una vez cada tres días en aquella época como norma general", ha recordado.

Tampoco reconocieron el daño causado ni se arrepintieron de él y no colaboraron con la justicia para esclarecer el asesinato de cerca de 400 víctimas cuyas familias siguen esperando saber quién lo hizo

"Descabezados una y otra vez por las Fuerzas de Seguridad del Estado, muy limitados en su capacidad de intervenir en la política, los etarras anunciaron que dejaban de asesinar en 2011 para seguir defendiendo de otra forma su único propósito: conseguir que el País Vasco dejara de ser una parte de España para constituirse en una república socialista", ha continuado, según recogió navarra.com.

En este sentido, Prieto ha destacado que "no renunciaron a esa idea por la que habían asesinado, herido, extorsionado o expulsado de su tierra a tantas personas; tampoco reconocieron el daño causado ni se arrepintieron de él y no colaboraron con la justicia para esclarecer el asesinato de cerca de 400 víctimas cuyas familias siguen esperando saber quién lo hizo".

"A cambio de dejar de matar, ETA pidió que se les abrieran las puertas para poder entrar y volver a las instituciones políticas, a las universidades, a los foros de opinión y de decisión, que se les tratara como a otros ciudadanos más, ocultando hechos o narrándolos de una manera que no les hiciera parecer abominables, y que los presos salieran de la cárcel", ha criticado, recoge navarra.com.

"Poco a poco, inexorablemente, sin prisas, el pacto se va cumpliendo", ha reprochado. "Para algunos puede ser motivo de alegría, para otros indiferente pero para las víctimas es una tortura añadida", ha lamentado Paz Prieto, que ha censurado "cómo nos hace sufrir ver al Gobierno de Navarra y de España pactar acciones de gobierno con Bildu, el brazo político de ETA".

"Este dolor creo que no se lo pueden imaginar los dirigentes políticos que pactan, que aceptan la ayuda, que estrechan las manos nunca lo suficientemente lavadas de la sangre vertida; pero es importante que no ignoren que son causa de ese dolor", ha afirmado.