Profanación en Venezuela
Estados Unidos impuso sanciones a la petrolera estatal venezolana, PDVSA, aumentando la presión sobre el régimen del dictador Nicolás Maduro, recoge Infobae.
La medida ordena el bloqueo de 7.000 millones de dólares en activos de PDVSA en los Estados Unidos. Las autoridades norteamericanas adelantaron que las medidas provocarán otros 11.000 millones de dólares en pérdidas para la petrolera a lo largo del próximo año.
Ante ello, Maduro anunció que iniciará acciones legales contra Estados Unidos. "He dado las instrucciones precisas al presidente de PDVSA de iniciar las acciones políticas, legales, ante tribunales estadounidenses y del mundo, para defender la propiedad y la riqueza de (su filial) Citgo", aseguró el dictador chavista, en la televisión estatal.
Rusia planea tomar todas las medidas necesarias para apoyar "al gobierno legítimo" de Maduro
Por su parte, el Kremlin remarcó este martes su respaldo hacia el régimen chavista, condenando las recientes acciones de Estados Unidos hacia la petrolera estatal PDVSA, aunque admitió que Caracas podría tener problemas para cumplir con la deuda soberana que sostiene con Moscú, añade Infobae.
Según declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, Rusia planea tomar todas las medidas necesarias para apoyar "al gobierno legítimo" de Maduro y usar los mecanismos legales para defender sus numerosos intereses en dicho país.
Y en ese contexto, la represión de las fuerzas afines al régimen chavista prosigue, sin respetar ni tan siquiera a la Eucaristía, misterio central de la fe católica. Pues el consejo de laicos de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe en Maracaibo, denunció que el domingo 27 de enero grupos armados afines al Gobierno de Nicolás Maduro irrumpieron en el templo cuando se celebraba una Misa con niños que se preparan para la Primera Comunión y profanaron el Santísimo.
Irrumpieron con palos, armas de guerra e incluso con granada fragmentarias, algo jamás visto en la existencia de 60 años de nuestra iglesia parroquial
El consejo de laicos de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe denunció que los grupos armados afines al Gobierno “irrumpieron con palos, armas de guerra e incluso con granada fragmentarias, algo jamás visto en la existencia de 60 años de nuestra iglesia parroquial”. En un vídeo que circula en redes sociales, un sacerdote señala que los violentos destruyeron “el ornato de la iglesia, han profanado el Santísimo Sacramento, han hecho disparos dentro del templo para dispersar a los creyentes que estaban en la Eucaristía”, recogió Aciprensa.
Un sacerdote en #Venezuela denuncia la profanación perpetrada ayer por grupos afines al gobierno en una iglesia en Maracaibo. pic.twitter.com/QCLuaaoD4x
— Walter Sánchez Silva (@WSanchezSilva) 28 de enero de 2019
Profanada Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, en Maracaibo por Colectivos Armados. Atacaron a los participantes de un Cabildo Abierto donde se presentaba a los ciudadanos la ley de Amnistía. 27 de enero 2019. Vía Periodista Lenin Danieri. pic.twitter.com/a0HgbMxZWK
— CEV (@CEVmedios) 27 de enero de 2019
Además “ha sido agredido su sacerdote y párroco el Padre Andri Sánchez, con la intención de asesinarlo. Ya reconocemos y sabemos quién lo hizo: dirigentes o supuestos dirigentes del PSUV”, Partido Socialista Unido de Venezuela, que lidera Maduro.
La profanación a la Casa del Señor puso en peligro la vida de casi 700 personas que asisten cada domingo a la Misa de los Niños
El consejo de laicos de la parroquia denunció que la “profanación a la Casa del Señor puso en peligro la vida de casi 700 personas que asisten cada domingo a la Misa de los Niños”.
Ante lo ocurrido, los laicos de la parroquia decidieron “mantener cerrado nuestro templo hasta que algún organismo del gobierno nacional garantice la vida y la tranquilidad de nuestros parroquianos”, así como iniciar una jornada de oración para pedir la protección de Dios.
El 23 de enero, durante las protestas contra el régimen de Maduro, efectivos del ejército rodearon la catedral de Maturín donde estaban refugiadas unas 700 personas, entre manifestantes opositores, sacerdotes y seminaristas. Las personas solo pudieron salir del templo después de varias horas.