Este martes a primera hora los consejos de administración de Unicaja y Liberbank han anunciado el acuerdo de fusión. Y lo han anunciado dando, como es lógico, la información más relevante: la ecuación de canje. Hasta que no se publica la ecuación de canje, es decir, el precio de la transacción, todo son especulaciones. Como especulaciones son todos los parabienes que anuncia la nota de prensa publicada: que si se refuerzan los recursos propios, que si se alcanzan nuevas sinergias que reducen los costes fijos y aumentarán la rentabilidad de la nueva entidad resultante, que si la tasa de mora estará entre las más bajas… ¡Pamplinas! Ponga usted el proyecto a andar y ya veremos. Lo importante, insistimos, es la ecuación de canje: 1 acción de Unicaja por 2,7705 acciones de Liberbank. O lo que es lo mismo: Unicaja entregará 1.075,3 millones de acciones con un valor de mercado de 750,6 millones de euros a cambio de Liberbank.

¿Y esto qué supone? Pues que hasta el mismo momento del anuncio de la ecuación el mercado sobrevaloraba Liberbank, al menos respecto de Unicaja. Al cierre de ayer -martes 29- eran necesarias 2,63 acciones de Liberbank para adquirir 1 acción de Unicaja. Esto ha supuesto una pérdida de valor que se ha trasladado a los precios de Liberbank del 5,1%, al margen del movimiento de ambos títulos, que ha sido mucho más negativo que el mercado. Así, en el momento de redactar este artículo, el IGBM (Mercado Continuo) caía un 0,28% mientras Unicaja lo hacía un 1,62% y Liberbank un 8,12%. Es decir: el mercado no ve muy positiva la fusión, como nos demuestra la caída de la absorbente (Unicaja) y reconoce la sobrevaloración que venía practicando de la absorbida (Liberbank).

Ponga usted el proyecto a andar y ya veremos. Lo importante, insistimos, es la ecuación de canje: 1 acción de Unicaja por 2,7705 acciones de Liberbank. O lo que es lo mismo: Unicaja entregará 1.075,3 millones de acciones con un valor de mercado de 750,6 millones de euros a cambio de Liberbank

El reparto final de poder queda en los márgenes esperados (58-42) y así los accionistas de Unicaja representarán el 59,5% de la sociedad resultante mientras que los de Liberbank lo harán en un 40,5%.

La fusión representará, sin embargo, un importante beneficio en los resultados del ejercicio de la sociedad resultante por mor de las normas contables, tal y como pasará en el caso de la otra fusión de antiguas cajas, la de Caixabank y Bankia. Nos explicamos: tanto Liberbank como Unicaja cotizan muy por debajo de su valor en libros, por lo que resultará un beneficio (fondo de comercio negativo) igual a la diferencia entre su valor en libros y el precio pagado por la fusión, que se registrará como beneficio. Lo que pasó en el Sabadell el año que adquirió la CAM por 1€: la diferencia entre el valor en libros de la segunda, que era positivo, el precio pagado se reconoció como beneficios.

El beneficio, meramente contable, no es moco de pavo. A 30 de septiembre de 2020 el patrimonio neto de Liberbank era de 3.232 millones de euros y ha sido adquirida por poco más de 750 millones de euros, así que calculen ustedes mismos el beneficio y, por ende, el incremento de la solvencia de la resultante, sobre el papel. Eso sí, piensen que beneficio no es sino un fondo de comercio negativo. Nada más. Es decir, que no es un beneficio de verdad, sino un artificio contable... ¡de 2.482 millones de euros! Hay fines de semana que yo no gano esa cantidad. Esperemos que el nuevo equipo directivo de la entidad resultante sea trasparente en este punto.

¡Disfruten lo comprado!