• En el nombre del "principio de una sola China", Pekín rechaza que sus socios mantengan relaciones diplomáticas con Taiwán.
  • El presidente norteamericano había dicho en diciembre que no daba necesariamente por sentado ese principio de "una sola China".
  • Esta semana, Trump envió una carta a Jinping en la que esperaba mantener "una relación constructiva que beneficie tanto a EEUU como a China".
El presidente de EEUU, Donald Trump, llamó a su homólogo chino, Xi Jinping (en la imagen), y le aseguró que respetará la política de "una sola China". Esto lo dijo la Casa Blanca al informar de la primera conversación telefónica entre ambos líderes desde que Trump llegó al poder, informa Swissinfo. "El presidente Trump acordó, a petición del presidente Xi, respetar nuestra política de 'una sola China", indicó la Casa Blanca en un comunicado, agregando que los dos mandatarios "se extendieron invitaciones para reunirse en sus respectivos países". Y es que, recordemos, entre su victoria electoral en noviembre y su investidura a fines de enero, Trump irritó profundamente a Pekín al aceptar una llamada telefónica de felicitaciones de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen. En el nombre del "principio de una sola China", Pekín rechaza que sus socios mantengan relaciones diplomáticas con la isla, a la que considera como una provincia rebelde. Pero Trump había dicho en diciembre que no daba necesariamente por sentado ese principio de "una sola China". "Xi Jinping saluda la reafirmación por Trump de la adhesión del Gobierno norteamericano al principio de la China única", indicó la televisión estatal CCTV en su sitio en internet. La Casa Blanca calificó la conversación telefónica -que se produce un día antes de que Trump se reúna con el primer ministro japonés, Shinzo Abe- como de "extremadamente cordial", señalando que los mandatarios "esperan con impaciencia avanzar en sus conversaciones con resultados positivos". El miércoles, el jefe de Estado norteamericano había enviado una carta a Xi Jinping en la cual le señalaba que esperaba mantener "una relación constructiva que beneficie tanto a Estados Unidos como a China", según informó el portavoz presidencial Sean Spicer. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com