Lo cuenta fenomenalmente bien Friday Fax: la Casa Blanca ha confirmado la Campaña Mundial para Proteger los Actos Homosexuales. La decisión se produce después de meses de confusión, en los que Donald Trump ha jugado al despiste, pero que finalmente ha dejado al descubierto el apoyo del presidente norteamericano al lobby LGTB.
La campaña, impulsada por el embajador norteamericano en Alemania, Richard Grenell, abiertamente gay, choca frontalmente con la postura de más de 70 países pertenecientes a Naciones Unidas, que prohíben los actos homosexuales e, incluso, la propaganda homosexual. Y no, estos gobiernos no discriminan a nadie. Muy al contrario, consideran que todas las personas tienen derecho a la misma protección de los derechos humanos, incluyendo a los individuos que se identifican como LGTB.
El lobby gay pretende que los actos homosexuales sean aceptados internacionalmente, y pobre de aquél que se oponga, incluida, la Iglesia católica
El lobby gay, sin embargo, exige más y pretende que los actos homosexuales sean aceptados internacionalmente, y pobre de aquél que se oponga, incluida, por supuesto, la Iglesia católica, para quien los actos homosexuales son antinaturales y gravemente malos en sí mismos, pues ofenden a Dios y van en contra del bien auténtico de la persona humana.
La campaña que ahora impulsa EEUU, además, pone en peligro la defensa de la vida y de la libertad religiosa que ha realizado Trump durante su mandato, porque algo tendrá que ceder, tal y como señala Friday Fax. Y es que la promoción de la agenda LGTB perjudica la defensa de la vida del no nacido y de la libertad religiosa. Todo el mundo lo sabe y ahora no será una excepción.