- Todo depende del precio.
- Si paga un precio razonable por Giant se puede entender como una inyección de capital para la filial de FCC.
- Pero si el precio acordado está por debajo del de mercado...
- Estamos hablando del 37% del negocio de Cementos Portland.
- Por cierto, a Slim le acompaña Antonio del Valle, el mismo que posee el 4% del Popular.
Cementos Portland Valderrivas (CPV) ha firmado una carta de intenciones con Elementia para que ésta última empresa compre el 55% de Giant, filial norteamericana, cien por cien propiedad de la cementera española. Hasta ahí, la típica operación entre compañías de un mismo sector. Pero hay una peculiaridad: las dos empresas están bajo el paraguas de
Carlos Slim (
en la imagen).
El mexicano controla CPV, filial de
FCC, desde el momento en el que se convirtió en el accionista de referencia de la empresa de construcción y servicios, en 2015. En
Elementia lleva más tiempo y no está solo. Le acompaña
Antonio del Valle, el mismo que posee el 4,25% del capital del
Banco Popular.En resumen: Slim compra a Slim. Y esto nos lleva a una pregunta que, al fin y a la postre, es la clave del
hecho relevante remitido el jueves por la tarde. ¿Se trata de una inyección de dinero a CPV o, por el contrario,
marca el inicio del despojo de la filial de FCC?La respuesta está en el precio de la operación y que, en cualquier caso, no a trascendido. Según el documento remitido a la CNMV sólo se trata de una "
carta de intenciones" entre las dos compañías. Pero la clave está ahí, en el precio. Si se ajusta al valor de mercado de Giant, podemos entender que
se trata de una inyección de dinero a CPV, es decir, de una ayuda para paliar su elevado endeudamiento.Ahora bien, si el precio acordado con Elementia es inferior, la operación se podría interpretar como el inicio del vaciamiento de CPV. Hay que tener en cuenta que Giant es importante para la empresa española, ya que aporta alrededor del 37% de las ventas totales de la compañía. No en vano, es la cuarta cementera de EEUU. Al mismo tiempo, Elementia intenta abrirse camino en un mercado que domina la mexicana Cemex.
Pablo Ferrerpablo@hispanidad.com