- Una de las posibilidades es un troceo del Banco Santander.
- Es decir, como la operación de Emilio Botín con ABN, sólo que al revés.
- En Moncloa no gusta nada la iniciativa de Ana Botín.
- Quieren al Santander en España y desde España, sin concomitancias.
- Y así se entiende el absurdo registro por la lista Falciani.
- Si Reino Unido permanece en la UE cualquier operación es factible. ¿Y con Brexit? Aun más interesante.
- En cualquier caso, lo más curioso es la fascinación que ejerce Londres sobre Ana Botín.
Es el rumor de moda entre los altos directivos del
Santander, en especial en la sede de Boadilla del Monte, y sus ecos han llegado hasta
La Moncloa y el
CNI.
Ana Botín ha hablado de acuerdo de colaboración con el
HSBC, el primer banco del mundo según se mire, y el banco más tramposo del mundo, metido en todos los charcos y protagonista de todos los escándalos.
Charlas de salón, según las fuentes del
Santander. Pero cuando alguien considera que un asunto es tabú, como una fusión, no habla de ello ni en el salón. Y, además, entre dos de los bancos más grandes del mundo, toda colaboración mira, allá al fondo, al matrimonio.
Además,
HSBC es una estructura curiosa, de Presidencia colectiva o rotatoria y con una cultura muy singular: le gusta la banca al por mayor y, sobre todo, es el banco del dinero rápido, banco de inversión disfrazado de universal. Nada que ver con el espíritu de banca doméstica del
Santander. Desde ese punto de vista son perfectamente compatibles.
Es el rumor de moda en el
Santander y así lo han confirmado a
Hispanidad fuentes no oficiales de la empresa. Y lo malo es que la especie ha llegado a
La Moncloa y al
CNI, no se sabe en qué orden. Desde luego,
Rajoy, y se supone que lo mismo haría cualquier Gobierno de España, por débil que sea, quiere un
Grupo Santander español (el único banco sistémico global con el que cuenta nuestro país) y ejerciendo su influencia desde España. Para ser exactos, desde
Baodilla del Monte.
En el
CNI se habla de la fascinación que la presidenta
Ana Botín siente por
Londres. Frecuenta poco Boadilla y ha potenciado su despacho de
Castellana 24, que queda mucho más cerca del
aeropuerto Adolfo Suárez. Tentaciones ha tenido
Ana Botín de llevarse la central del Santander al Reino Unido, y su movimiento de segregar
Santander España como una unidad de negocio (que no jurídica, para complicar más la situación) revela que si su padre buscaba la influencia global desde Madrid, su hija
Ana Patricia, actual presidenta, quiere ser una banquera global sin sede fija o, al menos, con sede volante, como la Presidencia rotatoria del
HSBC.
De hecho, según fuentes políticas, de lo que se ha hablado es de repetir la operación
ABN, pergeñada por su padre,
Emilio Botín, sólo que el revés. Recuerden: el Santander compró ABN y lo troceó. En cuestión de semanas obtuvo una plusvalía genial.
Ahora sería justamente al revés: el troceado podría ser el
Santander. En cualquier caso, a Moncloa no le gusta y el CNI ya ha dado la voz de alerta.
Por cierto, según las mismas fuentes, esto
es lo que explica el extrañísimo registro judicial (ya saben que un Gobierno nunca influye en los tribunales, no puede, se lo impiden sus principios y valores) sobre la
lista Falciani… y el HSBC. Considerando que la
familia Botín estuvo enfangado en ello y considerando que si su Señoría y la fiscalía querían información solo tenían que pedirla, sin avisar a los medios, sin advertir a los periodistas del operativo de la temida
UCO de la Guardia Civil, tal parece que el Estado empleó el registro para dar un aviso a
Ana Botín: ni te ocurra marcharte de España por ninguna vía. Este banco es español y debe ejercer su influencia desde España. Punto y final.
Por cierto, ¿un acuerdo de colaboración o una fusión, o una compra entre HSBC y Santander depende del
Brexit? No. Si Reino Unido permanece en la UE cualquier operación es factible. ¿Y con Brexit? Aún más interesante.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com