- Incluso, en contra del parecer de algunos miembros de su equipo.
- Y es que los resultados en Brasil van de mal en peor.
- Es muy propio de banqueros: cuando llegan los problemas no retrocedas, avanza, aunque luego de despeñes.
- En el mismo 'paquete' están incluidos los activos de Argentina, pero con una diferencia fundamental: a Botín no le gusta el país.
El resultado de
Santander Brasil se redujo un 15,2% durante el primer semestre del año. Una caída importante que marca el contexto de la noticia: el interés del
Santander por los activos minoristas de Citigroup en aquel país. Aunque realmente habría que hablar del interés de Ana Botín por Brasil, concretamente, por el 'lulismo' (de Luiz Inácio Lula da Silva).
El matiz es importante, porque
la querencia de la presidenta del Santander choca frontalmente con el parecer de algunos miembros de su equipo. Brasil no marcha bien y la mejor opción es retirarse antes de que sea demasiado tarde. Pero Botín no quiere oír hablar de abandonos. ¿No queréis sopa? pues tomad dos tazas: quiere ampliar la presencia del banco en Brasil comprando los activos minoristas de Citigroup.
Es algo muy propio de banqueros.
Cuando llegan los problemas no retrocedas. Hay que hacer justo lo contrario: avanzar con el fin de lograr una masa crítica más amplia que permita salir de la situación. Si se consigue, bien, pero si no…
En este caso, según Bloomberg, el desembolso sería de unos 450 millones de dólares (unos 404 millones de euros). Hablamos de un negocio -el de C
itigroup en Brasil, incluida banca minorista, corporativa y de inversión- que en diciembre tenía un valor contable de 5.000 millones de reales, unos 1.550 millones de dólares (en euros, 1.390 millones). A finales de 2014,
la entidad contaba con 71 sucursales en el país.
Morgan Stanley y Credit Suisse trabajan en la operación, que se amplía a los activos, también minoristas, de Citigroup en Argentina. En este caso,
el Santander ha contratado a una empresa de Lazard, según fuentes conocedoras de la situación. La posición aquí es bastante menor y la valoración de los activos no supera los 300 millones de dólares (270 millones de euros).
Precisamente, el hecho de pujar por los dos países le concede
al Santander cierta ventaja sobre sus rivales, Itaú Unibanco Holding, el mayor banco de Brasil por valor de mercado, y
Banco Safra, del multimillonario Joseph Safra, que sólo han presentado ofertas por los activos brasileños.
Es la escenificación del
órdago de Botín. Argentina no le gusta, pero incluye los activos del país para tener más opciones en Brasil.
Por cierto, Citigroup también vende sus activos en Colombia y quiere cerrar todas estas operaciones antes de octubre.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com