- Aunque, junto al BBVA es el único banco español, y europeo, que ha aceptado hacer banca en USA.
- Ha ratificado a Powell.
- Lo más importante, ha conseguido que la autoridad supervisora le conceda repartir dividendo.
- Y ha aprobado el test de estrés vigente en USA.
- No obstante, el Santander quiere operar como junta financiera. La captación de depósitos no interesa.
Los bancos europeos se marcharon de
Estados Unidos tras la crisis. No por la crisis sino porque no soportaban la insufrible regulación post-crisis de la que tan orgullosa se siente
Janet Yellen.
Es una regulación absurda donde, por ejemplo, se exige cumplir los ya de por si absurdos coeficientes de recursos propios a las filiales, como si carecieran del soporte de sus matrices. Además, entre nosotros,
se castiga a la banca doméstica en la que ya no se cree y
se beneficia a la banca de inversión. Precisamente, la banca que provocó la crisis; como la siguiente crisis la provocarán los fondos, la banca en la sombra.
Así que los bancos europeos se largaron del mercado gringo, salvo el
Deutsche y el
Santander. Y el primero porque tiene intereses en la banca de inversión.
Y aún existe algo más irritante en Yanquilandia: como en todo el mundo anglosajón, pero elevado a la enésima en USA, la
regulación se entromete hasta en los
directivos que debe fichar cada banco que, a ser posible, deben ser ingleses y norteamericanos. Es decir, los precitados culpables de la crisis pero que en una especie de
racismo financiero anglosajón, resulta que son los que hacen las cosas bien. Son los más chorizos de todos pero pasan por ser los más honrados.
Aún así,
Ana Botín (
en la imagen) se ha empeñado en mantener su presencia en USA. Ahora,
tras superar el test de estrés (aún más tonto que los europeos) y, sobre todo, una vez que el supervisor le permite
repartir dividendos (la cotización es vital en la gestión de los Botín), Ana Patricia ha ratificado a
Scott Powell, que aumenta su poder, y casi omnímodo, como primer ejecutivo de todas las actividades de Santander USA, incluida la más importante: crédito al consumo. Porque esa es otra: la presidenta del Santander
no quiere hacer depósitos en un país que se ha olvidado de los depósitos, que están recluidos en fondos de inversión (que no les pase nada). Busca el crédito en un país donde endeudarse es un síntoma de modernidad.
Pero eso sí, lo que no le ocurrió en
Reino Unido, su gran éxito como banquera, en Estados Unidos ha tenido que someterse a la
tiranía gringa. Ha tenido que
inclinar la cerviz.
BBVA optó por otra fórmula: entrar en la zona hispana, y poco más. Y el resto de la banca española y europea ha optado por marcharse. Por ejemplo,
Popular estaba en ello antes de la deglución,
Sabadell se ha marchado y
Caixabank considera que su modelo bancario no sirve en USA.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com