- El margen de intereses baja un 1,9% y las comisiones un 3,7%.
- Es verdad que se reduce la morosidad, pero también bajan las recuperaciones.
- En cualquier caso, esta es la tónica de la banca española hoy: mientras se reconvierte el negocio, se vive de las provisiones no ejecutadas.
- Nota positiva: la reducción de la mora y las menores provisiones.
- Lo más negativo, lo dicho: la caída del margen de explotación.
Entramos ya en el momento que la mayor parte de las
entidades financieras van a rendir cuentas a los inversores con la publicación de los datos registrados en el primer trimestre del año. Esto es lo que hace este viernes el
Banco Popular, con unos números que no van a romper la tendencia de las cifras ya presentadas a lo largo de esta semana por entidades de un mayor calado en el mercado financiero.
Ahora bien,
Popular apunta una diferencia con las cuentas que hemos analizado anteriormente, solo un pequeño matiz, ya que parece que el virus que afecta a las entidades es el mismo, con alguna diferencia en la sintomatología.
Nos referimos a que la entidad presidida por
Ángel Ron ha conseguido, con los
93,8 millones de euros (M€) de resultado neto en el primer trimestre, superar en un 2,6% el obtenido en el mismo periodo de 2015. Pero también presenta una bajada del margen de intereses del 1,9% y de un 3,7% en el apartado de comisiones.
El banco achaca la bajada del margen al impacto, que cifra en
18,8M€, de la desaparición de las
cláusulas suelo de los créditos, debido a las sentencias judiciales de los últimos tiempos. Mal vamos cuando hay que justificar la falta de rentabilidad del negocio con unas prácticas que judicialmente se han declarado nulas. Ni siguiera la reducción de gastos de explotación en un 2,5% ha conseguido mantener el margen de explotación que, por cierto, se ha reducido en un 17,6%.
Estoy observando en estos días unos síntomas que me hacen pensar que la época de 'maquillar' las cuentas con los famosos ingresos no recurrentes ha pasado. O las entidades han agotado este recurso de épocas pasadas, cuando 'llovía' de una forma torrencial, o los activos que les quedan no son de una buena calidad y por eso no caben en la situación de mercado actual, en la que todos los sectores económicos están con la 'mosca detrás de la oreja', esperando una segunda ronda de recesión, si es que la primera había pasado ya. Así, la partida que realmente ha salvado la cuenta de resultados del
Popular ha sido la bajada de provisiones y deterioros en un 19,3%, unos
69,9M€.
Los
morosos han bajado en
9,4M€, pero las
recuperaciones también se han
reducido en un 38,8%. Como repetidamente he venido escribiendo, las cifras de morosos de nuestras entidades están llegando, por lo general, a su límite de recuperabilidad, y tarde o temprano se tendrán que reconocer como irrecuperables grandes cifras de créditos. Es lo que le ha ocurrido al
Popular durante este primer trimestre: ha reconocido
531,8M€, que son 361M€ más que en el 2015.
Difícil va a ser la recuperación con las cifras de crecimiento de los
créditos, que aumentan un
0,3%. El porcentaje es un buen indicativo de la situación económica actual. Además, solo crece el
crédito al sector público, que lo hace en un
2,1%. El crédito al resto de sectores productivos, que son los que nos pueden sacar del 'pozo', desciende. Tampoco es muy alentadora la cifra de depósitos de clientes, que baja un 0,5%, y de los activos gestionados, que lo hace en un 2,3%. Así es normal que en la presentación de hoy solo se pueda hablar de
cuotas de mercado, recurso recurrente cuando todo se nos pone de color obscuro.
Así solo queda esperar a que pase este periodo de
parálisis política y a ver si después de estos mesecitos que nos esperan de palabras huecas de campaña electoral, podamos llegar a una situación de estabilidad que pueda ayudar a poner las bases de una verdadera reanimación económica para el sector productivo y, por ende, el financiero.
Mientras tanto,
Popular ha adquirido por 450M€ el negocio de tarjetas en España y Portugal de
Barclays. La entidad considera que ese negocio le será muy rentable y, al contrario que el Santander, ha dado un paso atrás en la e-banca. A partir del próximo mes de mayo 'vaciará' el contenido de
Banco Popular-e, que se quedará solo con los créditos a través de tarjetas y con cuentas de pasivo simples, sin productos que requieran intervenciones de especialistas. Vamos, las que generan valor añadido, que pasarán al Popular para que pasen por caja con el cobro de comisiones.
Si todo esto no funciona, siempre nos quedará desempolvar la solución 'fusiones', que si esto sigue así no tardará mucho tiempo a ser un tema de moda. Si no, al tiempo.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com