Mientras el resto del planeta lucha por sortear la crisis económica provocada por la pandemia -y sí, el origen del virus está en China- las empresas de aquel país disparan su beneficio y su expansión internacional, lo que resulta aún más preocupante. Hablamos de empresas tecnológicas, es decir, de empresas que serán clave en el futuro, si es que no lo son ya.

Los números, publicados el miércoles: Xiaomi, la más conocida por el gran público, ganó 8.795 millones de yuanes en 2020 (1.140,2 millones de euros), más del triple que en 2019, último año sin pandemia, gracias, principalmente, al aumento de las ventas de móviles (+38,4%), que alcanzaron los 5.527,1 millones de euros. Xiaomi ya es la tercera marca de móviles más vendida del mundo, con un 12,1% de cuota de mercado mundial, según la consultora Canalys.

Tencent, por su parte, ganó 59.369 millones de yuanes (7.689 millones de euros), casi el triple que en 2019. Su negocio principal, videojuegos y redes sociales, facturó 8.675 millones de euros, un 28% más durante el primer año de pandemia. La compañía argumenta, eso sí, que el crecimiento del beneficio se debió también al impacto positivo (4.266 millones de euros) de los extraordinarios.

China Mobile, la primera teleco del país asiático, fue la que menos aumentó el beneficio: 1,1% más, hasta 107.843 millones de yuanes (13.968 millones de euros). Ahora bien, estamos hablando de un gigante con más de 900 millones de clientes en China (Telefónica tiene algo más de 300 millones en todo el mundo) que, si se lo propusiera -es decir, si el régimen comunista quisiera-, podría hacerse con las telecomunicaciones de todo el planeta.

Porque eso es lo más preocupante. ¿Quién se fía del régimen comunista chino? No conviene perder de vista que, mientras las empresas chinas ‘invaden’ occidente con sus productos, los extranjeros que quieren vender en China encuentran múltiples trabas de todo tipo.

¿No habría que exigir, al menos, reciprocidad? Mientras tanto, las compañías chinas van ganando cuota de mercado en todo el mundo.