¿San Mamés sería el estadio de una hipotética selección vasca?
Según informa El Mundo, el PSOE-PSE está apoyando la intención del PNV y EH Bildu de que el País Vasco tenga una selección propia de fútbol, como consecuencia de los pactos con los nacionalistas para lograr la investidura de Pedro Sánchez.
El acuerdo para tener selección vasca propia fue rubricado, además, en el pacto de Gobierno entre el PSE y el PNV del lehendakari peneuvista, Íñigo Urkullu.
La información de El Mundo añade que existe un sospechoso silencio por parte del Gobierno de Pedro Sánchez ante el apoyo explícito otorgado por el Ejecutivo vasco a la petición cursada por la Federación Vasca ante los organismos internacionales del fútbol europeo y mundial, o sea, la UEFA y la FIFA.
El director vasco de Deportes, Jon Redondo, fue el encargado el pasado martes de confirmar el respaldo explícito del Gobierno vasco al registro de ambas peticiones en las sedes de Zurich (UEFA) y Nyon (FIFA) de las dos federaciones internacionales de fútbol. Un acto formal de presentación de documentos como un informe jurídico del Gobierno de Urkullu en el que niegan las «razones políticas» de esta petición cursada por la Federación Vasca. «La viabilidad legal y posibilidad efectiva» de la reclamación vasca ante FIFA y UEFA se refuerza con «el deseo mayoritario de la sociedad vasca» de tener una selección propia, añade El Mundo.
Sin embargo, pese a las fotografías y la parafernalia, no hay muchas opciones de que salga adelante su petición. Y menos si no cuentan con el apoyo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Según trasladan fuentes federativas a El Español, la opción de una selección vasca es "irrealizable" y ven el proceso como algo "cíclico" que ya se ha producido en otras ocasiones. Y es que cabe recordar que el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, ya rechazó esa posibilidad en 2018 cuando la asamblea vasca sacó la iniciativa adelante.
La expedición vasca llegó a Zúrich (UEFA) y Nyon (FIFA), pero no fueron recibidos por ninguna comitiva ni dirigente de los entes deportivos
La expedición vasca llegó a Zúrich y Nyon, pero en ninguna de las sedes tuvieron las puertas abiertas. Tanto por las medidas de seguridad derivadas de la Covid-19, como por la falta de autoridad del organismo autonómico, no fueron recibidos por ninguna comitiva ni dirigente de los entes deportivos. Una situación que, como trasladan a El Español, demuestra las escasas opciones que tienen de conseguir formar parte como miembros independientes y de pleno derecho, añade el mismo medio.
La respuesta de UEFA y FIFA será negativa salvo sorpresa de última hora. Los estatutos de UEFA subrayan que solo podrán integrarse las federaciones nacionales reconocidas como estado independiente. La FIFA, por su parte, requiere el apoyo de la federación nacional. Y con este requisito no se va a contar. De hecho, en el comunicado de la federación vasca se recalca que quieren negociar con el organismo de Las Rozas, explica El Español.
Entonces, con UEFA, FIFA y RFEF dando la espalda a la selección vasca, solo quedará la posibilidad de acudir al TAS. Allí están acostumbrados a resolver conflictos de este estilo. Kosovo, estado que se independizó de Serbia y que no es reconocido por algunos países como España, sí está reconocido por la UEFA y jugará de hecho la clasificación para el Mundial ante el combinado de Luis Enrique. Otro ejemplo más reciente es el de Bonaire, una isla caribeña cercana a Venezuela y que pertenece a Países Bajos. Quieren participar de forma independiente, la FIFA rechazó esa opción y presentaron un recurso al TAS el pasado mes de septiembre, añade El Español.
En definitiva: en este momento, el equipo de fútbol que representa el orgullo nacionalista vasco es el Athletic de Bilbao (donde solo juegan vascos… y navarros). Pero el Gobierno vasco quiere sustituirlo con una selección vasca de fútbol. Aunque no lo tendrán fácil, por todo lo explicado anteriormente…
Y si alguien no se cree que el Athletic de Bilbao representa actualmente el orgullo nacionalista vasco no tiene más que ir a un partido a San Mamés. Verá cuántas ikurriñas ondean... y nunca verá una bandera española...