Don Iván está convencido de que, una vez alcanzado el poder, mediante el guerracivilismo, Sánchez debe apostar por la moderación
Pedro Sánchez se ha convertido en el líder de los resentidos… y en España abundan los resentidos a los que se refería SM Felipe VI en su Mensaje de Navidad.
Aconsejado por Iván Redondo –sí, sigue siendo el más influyente en Moncloa– Sánchez comenzará el nuevo año despreciando, otra vez, la alianza con los constitucionalistas PP y Cs, y enarbolando la bandera de la unidad con todo tipo de extremismos: los separatismos burgueses de PDECAT y PNV, los independentistas de todo tipo en Cataluña y Euskadi, los neocomunistas de Podemos, Compromís y cía; todo ello bajo la égida de la ideología de género.
A Sánchez le gusta jugar al borde del abismo y con los radicales: con la ideología de género, con el leninismo, con el separatismo catalán o vasco
En otras palabras: Sánchez Pérez-Castejón estrena 2019 con ánimo de permanecer en Moncloa a cualquier precio hasta 2020. Es decir, se queda en el frentepopulimo.
A Sánchez le gusta jugar al borde del abismo, pero es una jugada recomendada por Redondo, para quien el voto moderado del PSOE, el voto centrista, no está por Sánchez. Las elecciones andaluzas indican el camino, según Redondo, del frentepopulismo.
Y a pesar de su alianza con extremistas, se empeña en representar la moderación
Feliz 2019… frentepopulista, que acentuará el enfrentamiento civil… pero ese no es el objetivo de Sánchez. El objetivo de Sánchez es lo que Alfonso Ussía califica como una obsesión patológica por el poder.