A Javier Monzón, presidente no ejecutivo de PRISA, le ha pillado por sorpresa la decisión de Cofina de no comprar Media Capital
La venta de Media Capital -filial portuguesa de PRISA- estaba prácticamente cerrada y sólo dependía de la inscripción en el Registro Mercantil de Portugal, del aumento de capital aprobado por el comprador, el grupo Cofina, el pasado 29 de enero. La compañía cuyo máximo accionista es Ana Rebelo de Carvalho (20%), sin embargo, ha roto el acuerdo “sin previo aviso”, tal y como ha anunciado PRISA a la CNMV este miércoles. El grupo que preside Javier Monzón se ha quedado con la miel en los labios y ya ha anunciado que acudirá a los tribunales: la venta de Media Capital por 123 millones de euros era crucial para seguir adelante tras perder 182,3 millones de euros en 2019.
La decisión unilateral de Cofina hace inviable, además, la posible compra de Unedisa (El Mundo), obliga a repensar la venta de la participación en la joya de la corona del grupo (Santillana), y exigirá replantearse quién manda en PRISA. Hasta el momento, quien lleva la voz cantante es Ana Botín: el Santander sólo tiene el 4,1% de PRISA, pero es el principal acreedor del grupo. Además, Botín se lleva muy bien con Pedro Sánchez y eso siempre ayuda. Por cierto, el Santander también está en Cofina con el 2,1% del capital.
En cualquier caso, siempre quedará el recurso de Carlos Slim, pero el mexicano, como adelantó Hispanidad, no se conforma con un pedazo de El País (ya posee el 4,3%): lo quiere todo. Pero Moncloa, que quiere salvar a su diario de cabecera -en realidad es todo el grupo- no está dispuesto a entregárselo a cualquiera, tampoco a Amber (29% de PRISA), principalmente porque no sabe quién está realmente detrás y sospecha que podría ser César Alierta, el mismo que le ‘prestó’ el avión de Telefónica a Susana Díaz para que participara en una reunión secreta del CEC en la sede de la teleco, en Madrid.
Y al fondo, Telefónica, que no manda nada a pesar de tener el 9,4%, y empieza a cansarse.