- La propia compañía confirma que ha sido investigada por un presunto fraude en las emisiones.
- La acción se desploma hasta un 20%, aunque la caída se ha reducido después a la mitad: la empresa asegura que no hay manipulación.
- El Gobierno prometió mano dura tras el escándalo en Alemania, teniendo en cuenta, además, que el diésel es el vehículo más utilizado.
La ministra gala de Medio Ambiente,
Ségolène Royal, prometió mano dura en Francia después del escándalo de
Volkswagen por el trucaje en las emisiones de sus motores, y las sospechas han dado con uno de los grandes del motor:
Renault. La consecuencia más inmediata: un desplome del 20% en la
Bolsa de París.
Ha sido la propia empresa la que ha confirmado los registros en varias de sus sedes, la semana pasa, añadiendo que no he hallado ningún fraude, pero los mercados no se lo han creído. El desplome, justo es decirlo, se ha rebajado a la mitad después, pero con caídas en torno al 10% durante el resto de la sesión.
¿Qué es lo que temen? Un caso como el de Volkswagen en Alemania, que ha puesto en cuestión al principal fabricante europeo, dejando una estela de dudas sobre el resto del sector por el fraude de las emisiones de los motores.
La primera pista de las pesquisas las ha dado un sindicalista de la
CGT, Florence Grimaldi, y a partir de ahí se ha abierto la c
aja de los truenos en bolsa, sobre todo hasta que la empresa no ha pronunciado. También ha contagiado a otros valores del sector. Esperable.
Las investigaciones a los motores diésel comenzaron en octubre con pruebas aleatorias en esos vehículos con el fin de validar los análisis realizados por una comisión técnica independiente.
Hay que tener en cuenta que el diésel es el principal modelo en Francia -también el que más bonificaciones ha recibido-, precisamente por cuestiones medioambientales, las que ahora están en cuestión.
Se da la circunstancia además, en el caso de Renault, que hace apenas unas semanas se conoció la denuncia de una organización ecologista alemana sobre un presunto fraude en las emisiones en el modelo Espace. Los medios se ha dado prisa en airearlo de nuevo.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com