Consejo de Ministros extraordinario, domingo 25 de octubre, con el miedo a la muerte por coronavirus disparado en España. Pedro Sánchez sale a escena, con sólo dos horas de retraso y reduciendo a poco más de media docena el número de preguntas de los periodistas, todo ellos medios del sistema. Y el estilo es el hombre, cada día que pasa discursos más largos y respuesta más cortas. 

Los hechos: el Gobierno español decreta un estado de alarma que entrará en vigor este mismo domingo 25 (Ver documento adjunto). Sánchez empieza por meternos miedo: “La situación es grave”. Ahora bien “con disciplina -es decir, obedeciéndole a él- y con moral de victoria -esto es importante- “lo vamos a lograr”. Sobre todo con disciplina, o sea, haciendo lo que manda Sánchez bajo amenaza de sanción o castigo. Bueno, no, las sanciones son de las CCAA. Él sólo las posibilita.

Se generalizará en España el toque de queda: de 11 de la noche a seis de la mañana, ampliable hasta de 10,00 a 7,00

La verdad es que no hacía falta amenazar. El miedo a la muerte se ha disparado de tal manera en España que nos hemos convertido en un país de chivatos. No es necesaria la represión: el vecino se encarga de denunciarte. El miedo convierte a los hombres en fiscales y delatores, mitad por mitad.

Un estado de alarma, atención, no por 15 días, sino ¡por seis meses!, nada menos. La seguridad con la que Sánchez habla de su aprobación en el Congreso, significa que ya lo ha pactado con Pablo Casado, presidente del PP, convertido ahora en derecha progre.

Iván Redondo sabe que los españoles no van a soportar otro arresto domiciliario. Ergo, se trata de que los españoles se revuelvan contra su presidente autonómico y no contra Moncloa

Segundo: Iván Redondo, jefe de Gabinete de Moncloa, lo tiene claro: Sabe que, a pesar del pánico, juan español está hasta el gorro de que reduzcan su libertad individual mientras se sigue fracasando ante el virus. Recuerden: ni Sánchez y todo su aparato de propaganda, que es muy poderoso, consigue retener una convicción cada vez más generalizada: el confinamiento salvaje, el arresto domiciliario de marzo, ese mismo que Sánchez considera un éxito, nos convirtió en el país con más muertos por habitante de Europa -entre los comparables- y el segundo del mundo, tras Perú.

Pues bien, el confinamiento resultó un fracaso pero ahora Sánchez insiste en un segundo… dejando libertad a las comunidades autónomas para que ‘modulen’ el asunto. Eso significa que si, en seis meses, a un preboste regional le da por encerrarnos en casa las 24 horas del día… nos encerrarán en casa las 24 horas del día. Y así hasta el 9 de mayo. Además, piensa el cerebro de La Moncloa, el único cerebro de La Moncloa, precitado don Iván Redondo, así nos cabrearemos, no con Sánchez, sino con el preboste autonómico de turno. No es lo mismo.

Pero alguna pinceladita liberticida ya ofrece Sánchez: desde Madrid, pongo un toque de queda de 11 de la noche a seis de la mañana. Eso sí, si el preboste autonómico quiere ampliarlo podrá hacerlo, de 10 a 7. ¿Cómo se llama esto? Cogobernanza.

Oiga, que Pedro Sánchez es bueno y nos garantiza que si antes de seis meses descubrimos una vacuna, entonces se retirará el Estado de alarma. ¡Este hombre es clemente!

Naturalmente, las CCAA podrán confinar perimetralmente lo que quiera. Todo el territorio o parte. Eso sí, esta vez se permitirá trabajar… porque si no, nos arruinamos.

Otra norma: no te puedes reunir más de seis personas. Esto es importante, no vaya a ser que aumente en España algo tan peligroso como las relaciones sociales, siempre nocivas.

Otra mentira: los científicos dicen… los científicos dicen cosas bien distintas

A todo esto, eso de que el Estado central promulgue un estado de alarma pero que lo apliquen las comunidades autónomas tiene su guasa. Supone repetir el mismo modelo de burla al ciudadano usado con las multas de tráfico: cobra el ayuntamiento sancionador o la Dirección General de Tráfico, que imponen la multa, pero es Hacienda quien te embarga la cuenta corriente… porque sólo Hacienda y la Seguridad Social pueden embargar tu cuenta bancaria y quitarte tu dinero Y lo hacen en nombre de Tráfico y de los ayuntamientos. Aquí lo mismo. Todo ello en aplicación, un tanto singular, alguno diría espuria, del artículo 7 de la Ley Orgánica 4/1981 que regula los estados de alarma, excepción y sitio.

En cualquier caso, si el Gobierno central cede la ejecución del estado de alarma a las CCAA… estamos en manos de los presidentes autonómicos. Los madrileños, por ejemplo, debemos agradecer ahora que tengamos a Ayuso -lamentable por otras cosas- al frente, y no a socialistas y podemitas, que aún tienen más miedo al virus. Pero ya vieron lo que ocurrió cuando Ayuso se opuso a las medidas de Sánchez. Le dictaron un estado de alarma, exclusivo para Madrid… y se quedaron tan anchos. Es muy legal pero no deja de ser una burla del espíritu de la norma.

Sánchez no te exige nada: sólo que te quedes en casa y sólo salga para trabajar: “esfuerzo de disciplina, resistencia y moral de victoria”. Y nuestro presidente, hombre clemente, asegura: “Yo comprendo la angustia de los ciudadanos”. La ha creado él pero ahora, observen la jugada, se la encarga a las comunidades autónomas. Pero conste que es lo mejor para “cada uno de nosotros y nosotras”.

Lo relevante: España, el país con más muertos de Europa durante la primera oleada, ya ensaya la segunda: el confinamiento liberticida… que tampoco detendrá al virus y resultará otro fracaso. De todos los españoles, claro, no de Sánchez.

Al final, Sánchez nos engaña de nuevo: menos libertad por un plato de lentejas… que ni detendrá ni eliminará al virus

Otra mentira: los científicos dicen… Es la muletilla favorita del presidente. La verdad es que los científicos dicen cosas bien distintas.

Al final, Sánchez nos engaña de nuevo: menos libertad por un plato de lentejas… que ni detendrá ni eliminará al virus.

Pero miren por dónde: no presentará la dimisión. Don Pedro es un ganador.

Y los culpables del liberticidio sanchista somos los españoles: demasiado dóciles, demasiado sumisos.