Novartis es otro ejemplo de una farmacéutica que echa mano de talonario para poner fina a casos judiciales, después de que Bayer cerrará la mayoría de demandas por glifosato por 9.713 millones. En concreto, la filial estadounidense de la farmacéutica suiza ha pagado 603 millones de euros para cerrar el caso de supuestos sobornos a médicos abierto en la Justicia de EEUU.

Y es que celebraba “programas de conferencias falsos”, que en realidad eran eventos sociales (comidas en restaurantes caros, viajes, acontecimientos de deporte o catas de vino, entre otros) con los que “sobornaba” a los médicos para que recetaran sus fármacos, según la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York. “Durante más de una década, Novartis gastó cientos de millones de dólares en los llamados programas de conferencias, que incluían comisiones por discursos, comidas exorbitantes y alcohol de primera clase, y que no eran más que sobornos para hacer que los médicos por todo el país prescribieran fármacos de Novartis”, ha señalado el fiscal en funciones, Audrey Strauss, en un comunicado.

Unos supuestos sobornos a médicos que recuerda a los visitadores médicos, que antes se veían mucho en los consultoríos. Y es que también ofrecían congresos, viajes y otros regalos, para que tuvieran en cuenta sus productos a la hora de hacer sus prescripciones a los pacientes.