- Consenso ligeramente oligopolístico entre los bancos.
- Solo absorberán BMN a precio de saldo.
- El problema añadido de BMN es que tiene mucho crédito hipotecario y cláusulas suelo.
- Y si nadie lo quiere se lo quedará Bankia.
Lo de menos es que el plazo para mostrar interés por BMN haya concluido este martes a las 13:00 horas, las 12:00 en Canarias.
Lo más importante es que todos los bancos han hecho mutis por el foro, es decir, ninguno se ha postulado para hacerse con la entidad que preside
Carlos Egea.
Lógico.
Como adelantó Hispanidad, estamos hablando de una entidad que nos costó 1.646 millones de euros a los españoles y que ahora el Gobierno pretende colocar por 1.600 millones. Lo peor es que
el valor contable de BMN alcanza los 2.267 millones, es decir, el comprador debería pagar 2.500 millones por el 100 por 100 del banco (el Estado posee el 65%). Parece complicado que alguien esté dispuesto a pagar más del
valor contable.
Cifras aparte, lo que también es cierto es que los presidentes y Ceos de los
potenciales compradores han manifestado estos últimos días sus reticencias acerca de la operación, lo que se puede interpretar
como una estrategia para abaratar la operación.
Efectivamente, todo podría dar un giro de 180 grados si el Gobierno reconsidera el precio y lo bajara hasta dejarlo en algo puramente simbólico. Porque no lo olvidemos,
BMN tiene un problema añadido: su abundante cartera de crédito inmobiliario afectada, también, por
cláusulas suelo. Y como ocurre con
Bankia, BMN también devolverá todo lo cobrado a sus clientes, decisión que le ha llevado a
provisionar 80 millones de euros contra el resultado de 2016.
¿Qué puede ocurrir entonces? Si nadie quiere el banco que preside Egea, será
Goirigolzarri el que lo absorba. A fin de cuentas,
tanto Bankia como BMN tienen el mismo dueño (el FROB) y su fusión, en palabras de Goiri, tiene sentido industrial. Luego habrá que afrontar la privatización, pero esa es otra historia.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com