Entrada del MWC de Barcelona
La anécdota es muy ilustrativa. Durante la cena oficial del Mobile World Congress, celebrada el domingo, dos directivos hablaban sobre las inversiones que deberá afrontar el sector para desplegar el 5G. El directivo de China Telecom le explicó a su homólogo de una compañía europea:
Para que se hagan una idea, Telefónica tiene algo más de 300 millones de clientes en todo el mundo. ¿Pequeña? No desde el punto de vista europeo, pero sí para los chinos: el principal operador de aquel país, China Mobile, tiene más de 900 millones de clientes.
El individualismo del 4G y de la fibra podría provocar un retraso que alejaría a España del podio que ocupa actualmente en despliegue de fibra óptica
La anécdota muestra, en primer lugar, las elevadísimas inversiones que harán falta para que el 5G tome cuerpo. No es ninguna tontería y es una de las cuestiones que tienen las telecos españolas encima de la mesa: llegar a acuerdos para convertir en redes 5G. El individualismo del 4G y de la fibra podría provocar un retraso imperdonable que alejaría a España del podio que ocupa actualmente en despliegue de fibra óptica.
Pero el comentario también muestra el poderío de las compañías chinas que, en cualquier momento, podrían emplear esa capacidad para expandirse más allá de sus fronteras.
José María Álvarez-Pallete ha insistido este lunes en la necesidad de modificar las reglas del juego en el Viejo Continente
Desde luego, el parque de telecos europeas es propicio, con muchas empresas y muy pequeñas, según el baremo de China Telecom. Por eso, José María Álvarez-Pallete ha insistido este lunes, durante el discurso de bienvenida al Mobile, en la necesidad de modificar las reglas del juego en el Viejo Continente. “¿Señala en alguna parte la teoría de la competencia que es necesario un operador móvil por cada millón de habitantes en Europa?”, ha cuestionado el presidente de Telefónica.
La situación es aún más complicada en España, el único país con un cuarto operador convergente low cost (MásMóvil) que utiliza la red de terceros, tal y como recordó Antonio Coimbra el domingo, en un encuentro con periodistas.