• Si la media de la sociedad española que es plenamente feliz está en el 15%, la de los masones no supera el 7,6%.
  • Eso significa que están muy ocupados en resolver los problemas de la sociedad.
  • Según el estudio, los masones "se sienten incompletos".
A los masones les falta algo. No acaban de encontrar la felicidad, según una encuesta difundida este lunes por los propios masones. "¿Somos los masones más felices que el resto de los seres humanos? Claramente, no", según la Gran Logia de España, cuyo gran maestre es Óscar de Alfonso (en la imagen, la izquierda). Las cifras: en una puntuación del 0 al 10, donde 0 es infeliz y 10, feliz, el 15% de la sociedad española se considera feliz (10) frente al 7,6% de los masones, es decir, solo la mitad. La proporción cambia en el rango de felicidad del 7 al 9: ganan los masones (70%) frente al resto de la sociedad (63%). Las diferencias en los rangos inferiores se estrechan, de tal manera que la infelicidad se distribuye a partes iguales entre masones y resto de españoles. Pero, ¿por qué los masones no son felices o, al menos, tanto como el resto de los ciudadanos? Sin duda, porque están muy preocupados por los problemas que acechan a la sociedad. Según el mismo barómetro, mientras el 55% de la población opina que el principal problema es el paro, y el segundo, a mucha distancia, la corrupción y el fraude (14%), para los masones el podium de sus preocupaciones se reparte entre la corrupción y el fraude (17%), el paro (16%) y la crisis de valores (14%). Y, oiga usted, así no se puede ser feliz. Sea como fuere, los propios masones lo justifican de la siguiente manera: "La Masonería es una escuela iniciática que atrae a personas que se han construido en muchos aspectos de su vida, como la elección de una profesión o la construcción de una familia, pero se sienten incompletos". Lógico. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com