• Los ataques parten, sobre todo, de Alemania.
  • La primera ministra polaca señala en la Eurocámara que "Polonia no merece ser juzgada en la UE" y pide que se respete su soberanía nacional.
  • Beata Szydlo defiende su reforma del Tribunal Constitucional y su nueva ley de medios de comunicación públicos.
  • El presidente del Consejo Europeo y ex primer ministro polaco no avala la investigación de Bruselas ni ve conveniente debatir el asunto al más alto nivel.
  • El duro ataque se explica sólo por el hecho de que la formación polaca Ley y Justicia es un partido de raíces cristianas. También lo ha sufrido Hungría.
Resulta paradójico lo que viene ocurriendo con Polonia en las últimas semanas. La Unión Europea (UE), sobre todo, Alemania, se afana en lanzar diversos ataques hacia el país sólo por el mero hecho de ser cristiana, pues es algo que no soportan, a pesar de presumir de ser ejemplos de libertad y tolerancia. Pero afortunadamente no han logrado amilanar ni un ápice a Polonia, que se mantiene firme, y además cuenta con el apoyo del presidente del Consejo Europeo y ex primer ministro polaco, Donald Tusk. En la tarde-noche del pasado miércoles, en el pleno de la Eurocámara, la primera ministra polaca, Beata Szydlo (en la imagen), señaló que "Polonia no merece ser juzgada en la UE" y pidió que se respete su soberanía nacional. Recuerden que Szydlo asumió el cargo en noviembre y la formación Ley y Justicia (PiS) gobierna el país con mayoría absoluta desde el pasado mes de octubre. La primera ministra polaca volvió a defender en Estrasburgo su reforma del Tribunal Constitucional y su nueva ley de medios de comunicación públicos. Dos medidas que han provocado una oleada de críticas y ataques por parte de la UE, especialmente, de Alemania. Sin embargo, no es la primera vez que el país germano se lanza a por otro sólo por el mero hecho de ser cristiano: ya lo hizo contra Hungría. En la sesión plenaria, algunos populares, socialistas y liberales europeos no dudaron en proseguir con el ataque a Polonia. El español Esteban González-Pons optó más bien por la advertencia, al afirmar que "los polacos saben tan bien como los españoles que el peor autoritarismo puede venir de dentro". Por su parte, Enrique Guerrero le previno sobre sus "amistades peligrosas", ya que las palabras de Szydlo provocaron aplausos de los euroescépticos. Mientras, Guy Verhofdtadt fue mucho más directo y acusó al Gobierno polaco de "abusar de su mayoría absoluta para desmantelar el sistema de controles y salvaguardias de la democracia". Donald Tusk no avala la investigación que ha puesto en marcha Bruselas para analizar la situación del Estado de Derecho en Polonia. Además, tampoco ve conveniente que se debata el asunto al más alto nivel. Conviene recordar que el duro ataque se explica sólo por el hecho de que la formación polaca PiS es un partido de raíces cristianas, que defiende la Doctrina Social de la Iglesia. También lo ha sufrido Hungría y en concreto, su primer ministro Viktor Orban. Cristina Martín cristina@hispanidad.com